Rafael Castañeda regresó ayer a la capital del país, en donde radica, para esperar la decisión de Vaqueros Laguna sobre el manager para la temporada 2009, ojalá que la directiva tome una decisión prudente y acertada, que sería dar continuidad al trabajo del “Chivigón”, manager desde el cuatro de julio cuando el equipo naranja inició serie en Puebla frente a los Pericos.
La directiva que encabeza Carlos Gómez del Campo ha pensado en Derek Bryant, un manager de experiencia que lo primero que va a hacer es exigir, si los resultados en lo deportivo no se dan, entonces vendrán cambios y el equipo seguirá sin tener un elemento propio que sea partícipe de las próximas temporadas, en donde habrá una gran cantidad de peloteros jóvenes, aunque es importante señalar que dichos novatos deberán estar bien respaldados por gente con calidad y experiencia.
Así como en su momento se dijo que la contratación de Ramón Esquer representaba un gran riesgo, ahora es bueno destacar las cualidades de Rafael Castañeda, con experiencia de un título en la fuerte Liga Invernal Veracruzana y un trabajo que desde el cuatro de julio enseñó cosas importantes, como ver a un equipo jugar al 110 por ciento, bien comprometido con su directiva y sobre todo, con sus aficionados, quienes a excepción de los juegos de Santos Laguna en la liguilla, nunca les dieron la espalda.
La decisión del manager naranja para 2009 deberá darse muy pronto, porque si Rafael Castañeda es el elegido, el “Chivigón” renunciará a los Chileros de Xalapa en la Liga Invernal Veracruzana, sencillamente porque como manager de Vaqueros Laguna, tendrá necesidad de trabajar todo el año con la organización, la cual tiene peloteros en Liga Norte de Coahuila, Liga Norte de Sonora, Invernal Veracruzana, Mexicana del Pacífico, del Noroeste y no olvidar a los jóvenes asignados a la Liga Rookie de la Academia de Beisbol, en El Carmen, NL.
Después de elegir al manager será importante la conformación del cuerpo técnico, en donde deberá hacerse un análisis a fondo y como dijo Carlos Gómez del Campo, no se van a permitir más compadrazgos; hoy Vaqueros Laguna requiere de un grupo de profesionales en todos sus niveles y la integración del cuerpo técnico con personas de esas características es fundamental a la hora de dar al primer paso al frente.
Se espera la llegada de un nuevo gerente deportivo, un elemento con pleno conocimiento de sus funciones, del medio en el que se va a desenvolver, con los contactos apropiados y también con un buen manejo de las relaciones públicas, porque en ocasiones el gerente deportivo se ve en la necesidad de ser el portador de noticias de interés general que emanan de la organización.
En Torreón se tiene al médico Salvador Chavarría Vázquez, reconocido a nivel nacional e incluso fuera de nuestras fronteras, orgullosamente lagunero el popular “Chavita” es el encargado de los servicios médicos en Vaqueros Laguna y como tal deberá estar enterado sobre el estado físico y la salud de todos y cada uno de los peloteros que la organización pretenda contratar, se trata de un simple trámite que se realiza en otros deportes, y cuántas veces no se ha dado el caso de un futbolista adquirido en el draft que finalmente no se contrata con su nuevo equipo al no aprobar el examen médico que se le practica.
Estamos a ocho meses de arrancar la temporada 2008 y el tiempo parece muy lejano, pero es demasiado importante tomar desde ahora decisiones acertadas y que en cascada den paso a buenos resultados, primero durante el receso de Vaqueros Laguna en Liga Mexicana, pero con intensa actividad en las ligas de desarrollo e incluso en la Mexicana del Pacífico, en donde habrá elementos como Sergio Gastélum, Emmanuel Valdez, Juan Delgadillo, Mario Valdez, Federico Castañeda, Dionys César e incluso el mismo Juan Carlos Canizález.
Las necesidades en cuanto a refuerzos parecen claras y la primordial es un abridor mexicano de categoría, Federico Castañeda está listo para ser el cerrador y Carlos Gutiérrez como preparador, lo que daría paso a otra plaza para un extranjero, que bien podría ser un pitcher inicialista o un jardinero derecho que además se distinga por ser un bateador consistente.