Familiares y amigos del sacerdote Claudio Ojeda Pérez, fallecido en el accidente de avión del pasado miércoles, en Madrid, le dan el último adiós en Las Palmas, España. (EFE)
Spanair, la aerolínea involucrada en un accidente que causó la muerte a 154 personas el miércoles pasado, tuvo otro problema técnico con uno de sus aviones ayer mientras familiares de las víctimas del desplome de una aeronave en un aeropuerto de Madrid asistieron a actos en memoria de sus seres queridos.
La entidad Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), adscripta al Ministerio de Fomento, dijo que un vuelo de Spanair que se dirigía de Barcelona a la isla de Lanzarote, en el archipiélago de las Canarias, debió aterrizar en el aeropuerto de Málaga a raíz de un problema técnico no especificado.
El avión partió de Barcelona alrededor de las 8:00 de la mañana de ayer y fue desviado a Málaga dentro del lapso de una hora. A media tarde, el avión de Spanair todavía no había reanudado el vuelo.
En ocasión de los servicios religiosos de ayer, se rindió tributo en toda España a las personas que murieron en el accidente del miércoles, incluida una mujer de 44 años que falleció el sábado por la noche. Otras 18 personas sobrevivieron, entre ellas, tres de los 22 niños a bordo.
Los 18 sobrevivientes continuaban hospitalizados cuatro días después del accidente. Funcionarios dijeron que uno de ellos, una mujer de 44 años con posibles lesiones cerebrales y otras heridas, se hallaba ayer en estado grave. Ella es la madre de un niño de ocho años que sobrevivió y tiene una pierna fracturada.
Otros dos sobrevivientes, un hombre de 57 años con lesiones graves en la cabeza y una mujer de 54 años con lesiones en el tórax y los huesos, siguen en estado grave y se hallan en terapia intensiva.
Hasta ahora, 55 de los fallecidos a bordo del avión Spanair MD-82 han sido identificados.
Envía el Papa pésame
El Papa Benedicto XVI volvió a expresar ayer su cercanía y afecto a las familias de las víctimas del accidente aéreo ocurrido el pasado miércoles en el aeropuerto madrileño de Barajas y en el que fallecieron 154 personas.
Benedicto XVI ya había expresado su pésame con un telegrama enviado al arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal española, el cardenal Antonio María Rouco Varela, y ayer volvió a recordar la tragedia durante el rezo del Ángelus celebrado en la residencia pontificia de Castelgandolfo (a unos 30 kilómetros de Roma).
“Deseo asegurar que continúo rezando por el eterno descanso de los fallecidos en el trágico accidente aéreo ocurrido el pasado miércoles en el aeropuerto de Madrid, así como por los heridos en el mismo”, dijo el Papa.
Benedicto XVI pidió entonces que “el Señor conceda fortaleza, consuelo y esperanza” a las familias de las víctimas y expresó su “vivo afecto” y “cercanía espiritual”.
