Brad Pitt y George Clooney causaron furor entre el sexo femenino que acudió al Palazzo del Cinema, en El Lido de Venecia. (EFE)
Brad Pitt y George Clooney convocaron a infiindad de féminas en la apertura del festival de cine italiano
Numerosas féminas de una amplia gama de edades se amontonaron ayer frente al Palazzo del Cinema, en El Lido de Venecia, para recibir a Brad Pitt, que causó furor entre las más jóvenes, y a George Clooney, que agitó a un público femenino de mayor edad.
Con motivo de la ceremonia de apertura de La Mostra, en la que se proyectaba su película Burn After Reading, dirigida por Joel y Ethan Coen, los dos actores dejaron satisfecho a todo el abanico de un público que, como era de esperar, era mayoritariamente femenino.
Llegaron puntuales y arrasaron entre las masas. Brad Pitt, con traje negro, pajarita y gafas de sol con montura dorada, fue el primero en acercarse para firmar algunos autógrafos, seguido de su “gemelo” Clooney, con el mismo look, aunque con los ojos a la vista de sus admiradoras.
Algunas, las más entusiastas y desocupadas, habían llegado ya por la mañana, aguantaron el sol achicharrante que azotó El Lido y todo para apenas cinco minutos de paseo de sus ídolos que, eso sí, cumplieron con sus fans y derrocharon su estudiada simpatía.
George Clooney, que se abanicaba con las solapas de su propia americana para aplacar el calor húmedo veneciano, saludaba con un “Ciao, ciao” a los presentes, mientras le apabullaban con fotografías, revistas y libretas, algunas de ellas con las letras de Martini, el aperitivo para el que hace publicidad.
Mientras, Brad Pitt dejó para algún afortunado o, seguramente, afortunada, un bolígrafo que se metió en la boca para luego lanzarlo a la multitud.
“Yo estoy aquí por Brad Pitt”, comentaba libreta en mano una adolescente, “aunque prefiero que venga sin su mujer”. Al lado, un señor de mediana edad apostillaba: “No, no, mejor que venga Angelina”. Una hora más tarde, el coche oficial dejaba tranquila a la adolescente: el actor de “Leyendas de Pasión” apareció sin pareja, aunque dejó ver su alianza.
Con los dos símbolos sexuales de cuerpo presente, poco quedaba por hacer a Tilda Swinton, Frances McDormand y los hermanos Coen, que pasaron, posaron e hicieron un discreto mutis hacia los interiores del Palazzo del Cinema para presidir la ceremonia presentada por la actriz rusa Ksenia Rappoport, aunque luego aparecieron para la foto de familia.
Wim Wenders, presidente del Jurado Oficial, la argentina Lucrecia Martel, miembro del mismo, los españoles Marisa Paredes y José Luis Guerín, así como Valeria Golino, John Landis y el director italiano Ermanno Olmi, que recibirá el León de Oro a toda su carrera el 5 de septiembre, también han atracado ya su lancha en El Lido para la edición número 65 de la Mostra.
Más italiana y menos “made in USA”
La Mostra de Venecia que ha empezado ayer será un poco menos “made in USA” y un poco más italiana que en los dos últimos años, aunque repetirán tres de las estrellas más brillantes de Hollywood, los galanes por excelencia del momento George Clooney y Brad Pitt y la seductora Charlize Theron.
Procedentes de Estados Unidos también estarán este año el atípico actor Mickey Rourke, la otrora musa del erotismo Kim Basinger, la discreta Marisa Tomei o la mórbida Anne Hathaway.
En total, este año habrá diez películas estadounidenses, frente a las catorce del año pasado y las quince de 2006. También habrá menos películas norteamericanas en competición este año, ya que sólo cinco competirán por el León de Oro frente a las nueve que lo hicieron hace un año. Entre ellas, The Wrestler, de Darren Aronofsky, y Rachel Getting Married, de Jonathan Demme.
Aunque no parece importar mucho el número de filmes en competición, ya que el León de Oro a la mejor película ha sido siempre un galardón escurridizo para Hollywood, pues tradicionalmente se concede a películas no tan comerciales como las de Estados Unidos. El descenso del cine norteamericano ha sido compensado en parte con el aumento del italiano en concurso, donde compiten cuatro producciones (sin contar coproducciones), frente a las dos del año pasado.
También se ha compensado con la entrada del cine francés, que este año tiene tres producciones enteramente galas, frente a la única de 2007, y con el aumento del japonés, que cuenta con cuatro en lugar de una. Las razones de ese retroceso de las películas norteamericanas ante otras industrias son varias y no necesariamente ligadas con el aspecto cinematográfico.
Se impone lo ‘rosa’
La presencia de dos estrellas como Brad Pitt y George Clooney aseguró el despliegue mediático en la primera jornada de la Mostra de Venecia, desplazando del protagonismo al contenido cinematográfico en favor de la crónica rosa.
-“Me voy a casar y voy a ser padre hoy mismo”, respondía con ironía Clooney, uno de los galanes más cotizados de Hollywood.
-En la rueda de prensa que abrió el fuego en el Lido de Venecia, esa era la respuesta a una de las tantas preguntas que desviaron la atención hacia terrenos extracinematográficos.
-Los “brangelinos” -como se conoce a los mellizos de Angelina Jolie y Pitt- fueron también citados, aunque no tuvieron respuesta, y a Pitt le preguntaron a qué gimnasio había que apuntarse para que él les atendiera, como ocurre en la cinta de los Coen.
-Los abucheos de los periodistas allí presentes ante las preguntas menos oportunas no impidieron que otra reportera pidiera también a Clooney, cuyo personaje está obsesionado con hacer ejercicio en la película, que corriera tras ella, a lo que contestó: “Más bien, huiría de usted”.
-Clooney y Pitt, que de por sí no estuvieron muy habladores en la rueda de prensa -de sólo media hora de duración- ni aún en las preguntas más serias, volvieron a toparse con el peso de su vida pública por encima de su trabajo profesional.
