El cine mexicano seguirá teniendo apoyo durante 2009. (El Universal)
La Cineteca Nacional, con un perfil que busca la diversidad temática y de género, tiene un cierre de año promisorio, sobre todo al registrar 429 mil, 755 espectadores, que representa un incremento de 15% más en relación al año pasado.
Pero sobre todo, destacó su director, Leonardo García Tsao, por extrañas y diversas razones la Cineteca Nacional se está consolidando como un circuito alterno para películas mexicanas y de arte, que no tiene la misma salida que las cintas comerciales americanas.
Tal es el caso de filmes como Luz Silenciosa, de Carlos Reygadas, quien hizo más taquilla en Cineteca que otro circuito de exhibición. “Este año hemos seguido con esta experiencia”, precisó García Tsao con cintas como Quemar las Naves, de Francisco Franco o Familia Tortuga, de Rubén Imaz, con gran audiencia las dos.
Las razones, comentó García, “es tal vez que aquí los estudiantes pagan menos o que hay una certeza de que aquí pueden ver otro tipo de cine, por ello vamos a seguir apoyando a las cintas que no tienen una salida a nivel comercial”.
García Tsao dijo que buscarán estrategias para paliar la crisis económica y que no afecte el desarrollo de actividades como el Foro o la Muestra Internacional que implica la adquisición de derechos de cintas, que seguramente aumentarán el próximo año.
Dan más tiempo
a cintas mexicanas
Las cintas mexicanas estarán por lo menos 10 semanas en cartelera, en sitios especiales del Distrito Federal, a partir del próximo año. Esto se dará por la recién aprobada Ley de Fomento al Cine Mexicano del Distrito Federal.
Elena Cepeda, titular de la Secretaría de Cultura local, informó que a mediados de 2009 podría concretarse todo para iniciar los trabajos. “Vamos a rescatar inmuebles, tenemos que hacerlo de una manera sencilla. Vamos a involucrar a la UNAM, al Politécnico, a las delegaciones, al Imcine. “Nosotros tenemos pequeños recintos que se pueden hacer pequeñas salas de cine”, dijo la funcionaria.
Actualmente, mediante un acuerdo entre productores y exhibidores, una cinta mexicana tiene garantizado dos semanas de proyección. Dependiendo de la respuesta del público, la segunda semana pueden ponerla compartiendo sala con otro título.