Un miembro de la Comisión Electoral coloca una tabla con información de los candidatos en un local de votación del pueblo de Medved, cercano a Novgorod en Rusia. (EFE)
Los votantes rusos escogen hoy un nuevo presidente que sucederá a Vladimir Putin y que casi seguramente le abrirá al mandatario saliente un nuevo y poderoso camino ocho años después de que la influencia global rusa se expandió y su democracia se contrajo.
No hay una Oposición significativa a Dmitry Medvedev, escogido por Putin para sucederle en la Presidencia, y Medvedev dice que si gana le pedirá a Putin que sea el primer ministro, ofrecimiento que casi seguramente será aceptado.
Medvedev incluso ha basado su plataforma en la promesa de desarrollar “el plan Putin”, una demostración significativa de cómo Putin estableció su dominio sobre la política rusa con genuino apoyo popular y con medidas que marginaron a los partidos de oposición y pusieron a los medios nacionales de comunicación bajo el puño del Gobierno.
Los críticos denuncian la elección como un mero formalismo. La Comisión Central Electoral rechazó al único candidato liberal, el ex primer ministro Mijail Kasyanov, acusándolo de haber falsificado firmas en las solicitudes para su candidatura.
Garry Kasparov, el ex campeón mundial de ajedrez que es el oponente del Kremlin de mayor prominencia internacional, tuvo que resignarse a desistir después que a sus partidarios se les negó el alquiler de un salón en el que tenían que llevar a cabo la obligatoria reunión de postulación.
“No es una elección; es una farsa. Sus resultados son conocidos desde hace tiempo”, dijo Kasparov ayer después de entregar una petición de denuncia en la sede de la comisión electoral en Moscú.
Los adversarios de Medvedev son Gennady Zyuganov, titular del decadente Partido Comunista; el ultranacionalista Vladimir Zhirinovskyk y el poco conocido Andrei Bogdanov.
Muchos activistas y gente común dicen que a los trabajadores los exhortan a votar y algunos dicen que les han ordenado a solicitar el voto en ausencia, presumiblemente para que otro vote en su lugar.
Legado
Vladimir Putin deja la Presidencia rusa, pero su legado continúa:
*Cuando fue elegido presidente en el año 2000, la televisión rusa era terreno propicio para debates enérgicos y sátiras mordaces. Uno por uno, esos programas fueron eliminados del éter.
*Las elecciones presidenciales del domingo señalan el fin simbólico de la atormentada odisea post-soviética que pasó de la pobreza y desesperación al poderío económico.
*Por otra parte, Rusia ha abrazado una rígida ortodoxia política -que algunos llaman putinismo- que el Kremlin ha usado para aplastar la independencia de los partidos políticos, la sociedad civil y los medios de comunicación.
*Su experiencia como espía y su carrera como burócrata en los años noventa en San Petersburgo y Moscú no lo han erigido en el arquitecto nacional ideal. Pero hace ocho años era lo único que tenía Rusia. Hoy, los rusos parecen tener muchos motivos para estar satisfechos con la situación.
*El Producto Bruto Interno creció en un 70% entre 2000 y 2007, los ingresos reales se han duplicado y la tasa de pobreza ha sido reducida casi a la mitad.
*Rusia tiene hoy más multimillonarios que ninguna otra nación excepto Estados Unidos y Alemania. Y quizá una quinta parte de la población integra la clase media.