EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Sale el tal Hugo

EL COMENTARIO DE HOY

Francisco Amparán

Al fin ha quedado resuelta la duda que atenazaba el espíritu de la nación. Luego de días y días que parecieron eternos, se llegó a la conclusión de un enojoso asunto que mantuvo en vilo la voluntad del pueblo mexicano, que no sabía bien a bien para qué lado hacerse. Las largas jornadas de zozobra, que nos parecieron eternas, finalmente han terminado.

Y no, si piensa que se trata de la presentación de una iniciativa de reforma energética; o alguna propuesta audaz para sacar al país del marasmo en que se halla, está equivocado. El asunto era mucho más importante que eso; por algo había excitado la imaginación del organismo social. La cuestión era si Hugo Sánchez debía o no continuar como timonel de la Selección Nacional. Y por suerte, esa duda ha quedado resuelta, para bien o para mal.

Permítaseme meter mi cuchara en este sobado asunto. Después de todo, soy un experto en futbol. De hecho, según mis cuentas, existen unos 54 millones de expertos en futbol en este país, cuya selección nunca ha jugado más de cuatro partidos en cada Copa del Mundo que ha disputado. Así que una opinión más no hace sino enriquecer la discusión nacional.

Quizá debería aclarar que la personalidad de Hugo Sánchez siempre me ha caído como patada en la espinilla. Con sus desplantes, sus poses, sus declaraciones, el señor Sánchez parecía esforzarse en encarnar la soberbia de quien alcanza la fama y la gloria sin estar preparado ni intelectual ni espiritualmente para ellas. Era el típico ejemplo del que se trepa a un ladrillo y se marea por el vértigo de la altura. Cuando tuvo la fortuna (porque eso fue) de ganar dos campeonatos con los Pumas, creo que se sintió una especie de semidios. Y pidió la recompensa última: dirigir a los Ratoncitos Verdes.

Los resultados, bien lo sabemos, no fueron los esperados. Y la decepción fue mayor por las enormes expectativas que Sánchez había fomentado con sus baladronadas de la manera más irresponsable. Su salida era no sólo justificada, sino un asunto de simple salud mental para los seleccionados y para muchos aficionados que se sintieron defraudados.

Que es a donde quería llegar. Un cronista deportivo deploraba la salida de Sánchez porque, razonaba él, impactaría fuertemente en la autoestima de muchos mexicanos. Si uno de los pocos ganadores, uno de los pocos ídolos que tiene este país, fracasa de manera tan estruendosa, ¿entonces qué? Ahora sí que ¿ahora quién podrá defendernos? Su fracaso, razonaba el cronista, es el fracaso de todos, de una idea que teníamos de que se puede vencer y salir adelante.

¿A usted, amigo lector, se le desinfló el ego y se le maltrató la autoestima porque el bocazas tuvo que renunciar? Lo que le ocurre a la Selección, ¿en realidad tiene un impacto en la psique nacional? Pongo las preguntas sobre la mesa. Habría que responderlas sinceramente. Y reflexionar sobre las respuestas.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 341866

elsiglo.mx