El Papa Benedicto XVI envío ayer un saludo especial vía satélite a estudiantes mexicanos durante una vigilia de oración que encabezó en el Aula Pablo VI del Vaticano, en la que se enlazó con otras nueve ciudades del mundo.
“Queridos jóvenes reunidos en las ciudades de México, La Habana, Loja y Toledo, sean testimonios de la gran esperanza que Cristo ha traído al mundo. Que el Señor los bendiga y los acompañe en sus compromisos de estudio”, señaló el Pontífice en español.
Benedicto XVI encabezó una vigilia de oración con motivo de la VI Jornada de los Universitarios, promovida por el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa bajo el título “Europa y América juntas para construir la civilización del amor”.
Durante el acto fueron transmitidas imágenes de Nápoles (Italia), Bucarest (Rumania), Toledo (España), Aviñon (Francia) y Minsk (Belarús), Aparecida (Brasil), Loja (Ecuador), La Habana (Cuba) y Washington (Estados Unidos).
El encuentro comenzó en El Vaticano con el desfile de las banderas de los países. Un joven vestido de charro portó el estandarte mexicano hasta el escenario del Aula Pablo VI.
En la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México un grupo de estudiantes se dio cita para seguir la vigilia junto al cardenal Norberto Rivera.
Desde el templo de la Ciudad de México, los asistentes saludaron a Benedicto XVI cuando éste ingresó al aula vaticana y, poco después, una joven mexicana pronunció una oración, mientras en las otras ciudades enlazadas vía satélite se encendían veladoras.
El Papa encabezó el rezo del rosario con la participación vía satélite de México en el tercer misterio, cuando dos jóvenes rezaron el Padre Nuestro y otros 10 estudiantes dirigieron en español la oración del Ave María con el Pontífice.
Al finalizar el misterio, el cardenal Rivera dirigió una oración en la cual pidió que el espíritu santo dé fuerza a los jóvenes del mundo actual.
“Que Santa María de Guadalupe acompañe a nuestros jóvenes con su mirada materna para que anime profundamente la vida y otorgue confianza en los caminos (de Dios)”, concluyó el arzobispo primado de México.
