El ejido 12 de Mayo inició con la operación de una granja trutícola; esto es sólo el principio de un proyecto, asegura el comisariado Francisco Javier Soto Mápula. (Cortesía)
El Siglo de Durango
Una mirada hacia el futuro además del estudio de la geografía y la búsqueda de oportunidades es el trabajo de los ejidatarios de San Dimas, Santiago y Canatlán. El principal objetivo es concretar el funcionamiento de más estanques de trucha.
Francisco Javier Soto Mápula, comisariado del ejido 12 de Mayo, San Dimas, presumió la construcción de cuatro estanques.
PARTICIPANTES
Este esfuerzo de la gente de San Dimas es de 139 ejidatarios y de dos parcelas escolares, destaca el también regidor durante la entrevista, tras comentar que el objetivo principal del funcionamiento de los estanques gira en torno a “tratar de mejorar la dieta alimenticia de los pobladores de esa zona, además de crear fuentes de trabajo, pero sobre todo es pensar a futuro. También se podría llevar a cabo un centro ecoturístico”.
Los cuatro estanques fueron construidos con apoyo de la Federación y del ejido, recuerda el entrevistado. Cuatro mil truchas es el número con el que se inició el proyecto.
AMBICIÓN
La ubicación geográfica permite pensar en que el terreno podría construir un carril para carreras de caballos y así recibir a visitantes de Lirios de la Sierra, Santiago Papasquiaro; Marquesotes de Guadalupe y La Plazuela, Canatlán, principalmente, porque el ejido 12 de Mayo está ubicado prácticamente en medio de todos estos lugares.
Una de las estrategias que se contempla también es el hecho de vender las truchas, pero no sólo por kilo sino preparada, sobre todo si se construye el mencionado carril, pues esto sería un atractivo más para los visitantes, sostuvo.