Las muertes por atropellamiento se incrementaron en las últimas semanas; tres cada siete días.
En lo que va del año se han registrado 713 muertes violentas en territorio duranguense; durante septiembre predominaron los decesos producidos por armas de fuego y atropellamiento.
Durango. Balazos, volcaduras, atropellamientos, choques, suicidios y personas ahogadas, entre otras causas, arrojaron saldo de 98 muertes violentas durante el mes de septiembre sumando ya 713 decesos crudos en lo que va del año, según lo marcan las estadísticas elaboradas por El Siglo de Durango.
Además de la ola de violencia que se vive en la entidad y que ha arrojado un saldo sangriento de 29 personas asesinadas con armas de fuego, muchas a manos del crimen organizado, se registraron varios decesos a consecuencia de las torrenciales lluvias que azotaron el estado, pues se presentaron fallecimientos de personas ahogadas y sepultadas por los desgajamientos de cerros a causa de este fenómeno natural.
Números rojos. El incremento en el derramamiento de sangre durante septiembre fue significativo en las estadísticas, pues con excepción del mes de junio fue el periodo más violento en lo que va del 2008.
Las estadísticas elaboradas por este medio de comunicación señalan que en estos últimos 30 días se presentaron 29 asesinatos a balazos, 13 en volcaduras de vehículos, 13 en atropellamientos, 11 ahogados, diez en choques viales, siete suicidios y 26 por otras causas, sumando un total de 98 decesos violentos.
En lo que va del año el número de muertes crudas va en aumento y más en las provocadas por diferentes tipos de armas de fuego; en enero los decesos sumaron 69, en febrero 52, en marzo 65 y en abril 72.
De una manera brusca las estadísticas señalaron un aumento en mayo con 90 muertes violentas y en junio se rompió el record con 102, mientras que en julio se redujo a 79, en agosto 86 y el mes pasado se reportaron 98.
Ráfagas de plomo. Infinidad de casquillos percutidos de fusiles AR-15 y de los llamados “cuernos de chivo” quedaron regados a un costado de una camioneta Suburban blanca, la cual presentaba múltiples orificios de bala y en el interior los cuerpos sin vida de los dirigentes ganaderos David Avitia Torres y Manuel Berumen.
Ésta fue una de las escenas violentas que se vivieron durante el mes pasado, específicamente el día 17, en la que perdieron la vida además de los dirigentes ganaderos una persona más, de nombre Jesús Rojas Vázquez, quien iba circulando por el lugar de la masacre.
Esta múltiple ejecución provocó que decenas de patrullas de las diferentes corporaciones policiacas y tanquetas del Ejército Mexicano con más de un centenar de efectivos se dieran cita en la carretera a Parral, como a ocho kilómetros de la mancha urbana de la capital, justo enfrente del Cementerio Valle de los Sabinos, a pocos metros de las instalaciones de la PGR, para iniciar con las investigaciones y persecución del delito.
Otro de los sucesos sangrientos provocados por armas de fuego fue la ejecución de Germán Carmona Rodríguez, de 21 años, y de Artemio Martínez Rodríguez, de 25, quienes fueron baleados en la calle Nazas, casi esquina con Circuito Interior.
“Mátalos, mátalos… no los dejes vivos”, fueron las palabras que escucharon los testigos de una doble ejecución, aquel 4 de septiembre suscitada en las afueras de un establecimiento comercial ubicado en la calle Nazas; ahí quedaron sin vida los cuerpos de los mencionados cuando pretendían bajar de su vehículo luego de que la madre de uno de ellos y dos mujeres jóvenes ya habían descendido del auto y se habían “echado” a correr.
Catástrofes naturales. Las intensas lluvias que azotaron la entidad también fueron causa de muertes violentas, pues por asfixia por ahogamiento perecieron 11 y cuatro murieron sepultados tras desgajarse dos cerros también a consecuencia de circunstancias climáticas.
El 24 de septiembre tres menores murieron y cuatro personas quedaron graves en el hospital, al caerles varias toneladas de rocas y tierra, tras desgajarse el cerro en la comunidad Rentería por las intensas lluvias, cuando todos dormían.
Vecinos de esa región de las Quebradas y autoridades municipales se integraron en grupo de rescate para desenterrar los cuerpos de los niños, logrando sacar al último hasta las 14:00 horas de un día después, ante la falta de maquinaria pesada.
De acuerdo con la información de Viridiano Angulo Sánchez, director de Obras Públicas de Topia, dos humildes viviendas quedaron sepultadas por el alud; en una de ellas dormían María de Jesús Ríos Meza, de 28 años de edad, y sus tres hijos. En la otra casa estaba Sofía Ríos Meza, de 25 años de edad, con dos hijos.
Al escuchar los tronidos de la avalancha de rocas y lodo, ambas mujeres trataron de salvar a todos sus niños, pero solamente lograron sacar uno cada una, mientras que las demás criaturas quedaron sepultadas, ya no despertaron de su sueño.
Perecieron Miguel Eduardo y Luis Alberto, de apellidos Rodríguez Ríos, de seis y tres años de edad, respectivamente; así como Luis Ángel Romero, de un año de edad.
Asimismo se tuvo conocimiento de 11 personas que murieron ahogadas siendo la mayoría víctimas del río Nazas.
Suicidios; se mató un menor de 13 años
Durango. Después de que se había notado una baja en el número de suicidios en territorio estatal, al cierre del mes pasado se incrementaron.
Nadie conoció el motivo por el que Pedro Salas Márquez, de 18 años, vecino del poblado San Jerónimo, en Pueblo Nuevo, decidió cortarse la existencia, pues sus familiares sólo comentaron que desde hace varios días había mostrado una actitud depresiva y fue hasta ayer cuando el joven salió al patio de su casa y con una pistola se metió un balazo en la sien.
Por otra parte, en la comunidad de La Guajolota, en el municipio del Mezquital, se quitó la vida un menor de 13 años de apellidos Gurrola Morales, luego de recibir un regaño por parte de su madre por no querer ayudar en las labores domésticas.
El menor salió de su domicilio y se dirigió a unas tapias que se ubican atrás de su casa y de ahí colgó una cuerda que posteriormente ató a su cuello y simplemente dejó caer el peso de su cuerpo sobre su garganta.