Los comuneros de Santa María de Ocotán tienen pocas alternativas de trabajo y no pueden aprovechar su reserva forestal.
EL SIGLO DE DURANGO
MEZQUITAL, DGO.- Faltan tres años todavía para que termine el veto al aprovechamiento forestal de la comunidad de Santa María de Ocotán y Xoconostle, situación que mantiene a los lugareños sin alternativas de trabajo.
El líder indígena Santiago Calleros Soto dijo que programas como ProÁrbol no los conocen en la región y la sanción es tan severa que no los dejan aprovechar ni la madera de los árboles caídos.
El veto al aprovechamiento de los árboles afecta de manera considerable a los comuneros que difícilmente subsisten, pues aunque algunos tienen animales, son pocos y casi para su propio consumo, no se les saca otro provecho.
AÚN FALTA
Y todavía faltan tres años para que el castigo termine o sea valorado por las instancias correspondientes, pues si consideran que no se ha resarcido el daño causado con anterioridad, la veda puede prolongarse.
Cuando hay siniestros que se logran controlar o cuando los árboles caen por alguna razón natural, la madera se desperdicia pues no la pueden utilizar, comentó Calleros Soto.
Dijo que luego de la medida tomada hace siete años, son pocos los apoyos que Santa María de Ocotán ha recibido, insuficientes para suplir las necesidades de la comunidad más grande del estado.