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Satisfactorios

Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“En materia de seguridad, en materia de combate a la delincuencia, sin duda los resultados son plenamente satisfactorios”.

Germán Martínez Cázares

Es bueno saber que cuando menos una persona en nuestro país se siente seguro. El presidente del Partido Acción Nacional dijo este 26 de noviembre: “Los números de esos resultados son contundentes, en personas puestas a disposición de un juez por delitos contra la salud, en captura de dinero en efectivo, en decomiso de drogas, en peligrosos delincuentes extraditados, en vehículos, en aviones. Los números que el presidente puede informar a la nación en menos de dos años son superiores a los que pudiera haber informado los últimos dos sexenios”.

Martínez Cázares hizo estas declaraciones en referencia a la protesta de Nelson Vargas, el ex director de la Comisión Nacional del Deporte, la Conade, que cuestionó ese mismo 26 de noviembre a la PGR y a la Secretaría de Seguridad Pública por la falta de resultados en las investigaciones sobre el secuestro de su hija Silvia. Han trascurrido más de un año y dos meses desde que, el 16 de septiembre de 2007, la chica, entonces de 18 años, fue plagiada. “Ya pedí, ya supliqué, ya lloré, ya imploré -dijo este mismo 26 de septiembre Nelson Vargas-, ahora exijo… Resuelvan este caso. Encuentren a mi hija.”

Los contundentes resultados satisfactorios a los que hace referencia Martínez Cázares, sin embargo, se relacionan con delitos contra la salud. Estos son crímenes sin víctima: la persona que utiliza una droga se hace daño solamente a sí misma. Son los delitos con víctima los que realmente afectan a la gente: los secuestros, los robos, los homicidios, las ejecuciones, las extorsiones. Y en ellos los resultados no son ni tan contundentes ni tan satisfactorios.

Quizá el presidente del PAN debió haber dicho que sólo el 5 por ciento de los delitos que se persiguen en el país corresponden al fuero federal. El combate del otro 95 por ciento toca por Ley a los gobiernos locales, que provienen de los tres principales partidos políticos. Éstos son los crímenes que realmente agravian a la sociedad. Pero no fue eso lo que dijo, sino que los resultados en materia de seguridad y de combate al crimen organizado son “plenamente satisfactorios”. Por ello los cuestionamientos.

Las detenciones de capos del narcotráfico o los decomisos de dinero o bienes no han servido para disminuir los problemas de seguridad que afectan a los ciudadanos comunes y corrientes. De hecho, con mucha frecuencia los han agravado.

La violencia relacionada con el narco, la cual golpea directamente a miles de personas que nada tienen que ver con esa actividad, se ha vuelto una pesadilla en muchos lugares de nuestro país. Se han registrado cerca de cuatro mil ejecuciones en territorio nacional en lo que va de este sexenio. En Ciudad Juárez se ha amenazado a las escuelas y se les ha exigido que entreguen parte del aguinaldo de los maestros a cambio de no hacer daño a los niños. En Juárez, en Michoacán y en el Estado de México, grupos de delincuentes exigen el pago de dinero de protección a los empresarios para dejarlos continuar con sus actividades. Miles de mexicanos han trasladado a sus familias fuera del país para protegerlas de secuestros y amenazas.

En esta materia, lo que le importa al Gobierno y lo que afecta a los ciudadanos son dos cosas completamente distintas. El Gobierno se enorgullece de la captura de narcos y de los decomisos de drogas. Los gobernados exigimos que las autoridades cumplan con su responsabilidad fundamental de protegernos de los robos, secuestros y homicidios. Buscamos cosas distintas y por lo tanto tenemos criterios diferentes para evaluar qué resultados son plenamente satisfactorios y cuáles no lo son.

Cuando el PAN era Oposición, su visión de la lucha contra la inseguridad era más cercana a la de los ciudadanos comunes y corrientes. Exigía resultados en la labor de proteger a los gobernados y no simples listas de capos capturados o droga confiscada. Esto lo sigue haciendo en lugares como Chihuahua o el Distrito Federal, que son gobernados por el PRI o por el PRD.

Desafortunadamente nuestros políticos han partidizado la lucha contra la inseguridad. Buscan demostrar que los gobiernos de sus partidos cumplen cabalmente con sus responsabilidades y que, en cambio, los que fallan son los que provienen de otros partidos. La inseguridad se ha convertido así en una simple pelota que los políticos se tiran unos a otros sin importar que México siga viviendo un periodo de extraordinaria violencia.

Los resultados quizá sí son contundentes, pero no satisfactorios. El único resultado que nos importa a los mexicanos es vivir con mayor seguridad. Lo demás, por citar a Nelson Vargas, es “no tener madre”.

EXTINCIÓN DE DOMINIO

La Asamblea Legislativa del Distrito Federal ha aprobado una Ley de extinción de dominio. Al parecer la legislación elimina algunos de los problemas que esta misma legislación tiene a nivel federal. Preocupa, en particular, que se pueda castigar a inocentes con la pérdida de su patrimonio sólo porque alquilaron un inmueble a un delincuente. La nueva Ley capitalina busca proteger a quienes de “buena fe” arrienden un inmueble a otra persona que lo utilice para delinquir. Esperemos que realmente lo logre. No se puede combatir el crimen castigando a inocentes.

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