El abra que se registró en la casa de Genaro alcanzó los seis metros de diámetro y tres de profundidad.
Inicia la reubicación de familias ante el hundimiento en una vivienda del sector
Y la tierra se abrió. Genaro Cerón vio pasar su vida en segundos tras caer en el abra que apareció en el patio de su casa, debido a la humedad que provocó la avenida del río Nazas.
Fue en el número 1902 de la calle Lázaro Cárdenas de la colonia Plan de Ayala donde todo sucedió. Eran las 10:30 de la noche del sábado cuando Genaro salió de casa con varias tinas en mano para abastecerse del agua que en pipas les mandan ya que desde hace días las norias del lugar no sirven.
Al regreso iba colocando las tinas sobre el cordón de la banqueta, para después meterlas a su pequeño jacal. “Tomé dos de ellas y de pronto que me voy para abajo”, dice aún sorprendido. Incrédulos, sus hijos salieron al rescate. “Entre mi hermano y yo lo sacamos”, dice “Quillo”, de once años de edad. El cuerpo de Genero se hundió por lo menos metro y medio.
De inmediato los vecinos reportaron lo sucedido. Una hora después, personal de Protección Civil y de Seguridad Pública arribó al lugar. Genaro y su familia fueron evacuados, pero éste se resistió a dejar su hogar, “tengo todas mis cosas y mi dinero allá adentro pero no me dejan entrar porque está el hoyo... mis hijos y mi mujer se fueron a casa de una vecina a pasar la noche y yo en la banqueta cuidando la casa”.
Debido a que este primer hundimiento en la colonia Plan de Ayala, ubicada dentro de una de las tres zonas de abras que hay en la ciudad, desde ayer inició la reubicación de por lo pronto 50 familias que viven en la calle Lázaro Cárdenas.
Nelson Lozada, director de Protección Civil, informó que la medida se tomó ante el asentamiento de tierra de aproximadamente 6 metros de diámetro que se formó en la vivienda de Genaro por los escurrimientos subterráneos derivados de la avenida del río Nazas.
Con camionetas y camiones, ayer Protección Civil apoyaba a las personas que se movieron particularmente de esa calle, ante el riesgo de que se formaran socavones y que literalmente “se los tragara la tierra”.
En un censo de viviendas se detectaron 17 en riesgo de sufrir hundimientos, por lo que se les solicitó a las familias que las desalojaran, sin embargo, sólo diez de éstas accedieron a ser trasladadas a otros lugares. “Si la situación se torna más peligrosa, tendremos que desalojar el lugar aún en contra de la voluntad de los vecinos”, dijo Pedro Luis Bernal, presidente del Tribunal de Justicia Municipal.
Lozada mencionó por otra parte que de ser necesario podría solicitar al Gobierno Federal la aplicación del Plan DN-III, “pero no he querido hacerlo, porque sé que serán conscientes del problema”, dijo.
Dado que varias familias se resisten a dejar sus viviendas, ante el miedo de sufrir algún atraco durante su ausencia, el titular de Protección Civil se comprometió a brindar vigilancia policiaca las 24 horas del día, “o bien pueden llevar sus artículos de valor con algún familiar o vecino cercano”, recomendó Rocío García, directora del DIF Torreón, también presente en el lugar.
Las otras dos zonas de abras que están en vigilancia son: Al sur-oriente a partir de la colonia Eduardo Guerra rumbo a Caleras de La Laguna, se tiene ubicada una gran coarteadura subterránea como de 900 metros. En la parte norte de Torreón se ubica una tercera zona en un área de 4 kilómetros en la Zona Industrial, hasta la Universidad Iberoamericana por la carretera a La Unión. (Con información de Yolanda Ríos)
SUSTO
“Agarré dos de las tinas con agua y que me voy pa’ abajo”.
GENARO CERÓN,
AFECTADO