Se realizaban trabajos de construcción en el edificio; hay ocho heridos, tres de ellos graves.
Una segunda escuela se derrumbó ayer en Haití, causando al menos ocho heridos, entre ellos cinco alumnos, a cinco días de que otro colegio colapsó con un saldo de 93 muertos, informó el Ministerio haitiano de Salud Pública.
El director del ministerio, Gabriel Thimothée, precisó que tres de los cinco estudiantes se encuentran en estado grave a causa de la caída de la escuela Gracia Divina, ubicada en el sector de Canape Vert, al Este de Puerto Príncipe, según el dominicano Listin Diario.
El inspector de edificios de la capital haitiana, Edouard Ernseau, indicó que partes del colegio se derrumbaron durante el horario de clases mientras se realizaban trabajos de construcción en el edificio.
La caída de esta segunda escuela se produce poco después que los socorristas finalizaron las operaciones de rescate en el colegio evangélico La Promesa que se derrumbó el viernes pasado en las afueras de Puerto Príncipe, dejando 93 muertos y más de 150 heridos.
En declaraciones reproducidas por el periódico dominicano, el presidente haitiano René Preval advirtió el pasado fin de semana que numerosos edificios del país estaban en riesgo de derrumbe debido a la mala construcción y la falta de supervisión.
Por otro lado, después de que se decidió suspender la búsqueda de sobrevivientes, los equipos de rescate comenzaron a demoler los restos del Colegio La Promesse.
Miles de personas miraban desde los tejados vecinos mientras una excavadora demolía las partes del edificio que aún permanecían en pie, revelando miembros humanos que habían estado fuera del alcance de los rescatistas. Una mujer sumió su cabeza entre las rodillas cuando los restos de la escuela cayeron al piso.
El retiro de los escombros podría dejar al descubierto más cadáveres de personas atrapadas cuando el edificio se cayó, dijo Nadia Lochard, funcionaria de protección civil a cargo en la zona.
Se ordenó la demolición porque la estructura, ubicada en el costado de una colina, estaba tan débil que podría haberse derrumbado más y aplastar otras viviendas, señaló Lochard.
Más de 150 personas quedaron gravemente heridas y dos casas detrás de la escuela fueron destruidas en el barrio de Nerette, un laberinto de construcciones precarias detrás de Petionville, suburbio de Puerto Príncipe.