Fervientes y con entrega personas en La Ferrería, siguieron las instrucciones de Francisco Muñoz, místico de la Soberana Orden de Chichen Itzá
EL SIGLO DE DURANGO
LA FERRERÍA, DGO.- Con aspecto cansado, de color blanco y un morral con adornos colgando de su cuello, José Francisco Muñoz Michel, platica su experiencia como miembro activo de la Soberana Orden de Chichen Itzá.
“Son ya quince años -dice mirándome a los ojos- que organice el primer temascal en las ruinas de la pirámide en la Ferrería”. Hoy, en esta ocasión solo realizó el ritual para recibir la primavera.
“es por la Semana Santa” justifica, sin mostrar preocupación alguna, la poca afluencia de personas que fueron a participar de la procesión que data de la era prehispánica.
PUNTOS CARDINALES
Osar, querer, saber y callar. Se lee en la inscripción de su collar plateado y cuadrado. Cada una de las palabras se dirige a los puntos cardinales y son preceptos que los hombres deben cumplir para fundirse con el cosmos.
Continua explicándome... Representa también los cuatro elementos que componen todo el mundo; fuego, tierra, agua y aire.
Los antepasados de la región le dieron un animal simbólico que encarnan características de personalidad como por ejemplo el oso negro que refiere la paciencia.
PROCESO ENERGÉTICO
Por el contrario de la creencia popular, el ritual de equinoccio no es para incrementar energía. Lejos de esta supuesta carga energética dicho ritual es para aceptar el flujo del universo.
“no se viene a recibir, sino a dar... así nos damos al universo y el nos devuelve todo” detalla Muñoz con paciencia y cada palabra parece ser inspirada en su espíritu para luego ser expulsada a través del cuerpo.
COMUNICACIÓN
Durante el rito, utilizó varios objetos, de entre los cuales me explicó el caracol. “Lo utilizaban para comunicarse –dijo- y era pues como el correo hoy en día”. Los antepasados ya tenían conciencia de la importancia de la comunicación.
El misticismo y la riqueza espiritual que envuelve la platica pierde su cause. Consiente que tiene la atención de no solo una persona extiende una invitación a su organización. Mi atención se termina.
