El ex represor de la dictadura argentina Ricardo Cavallo llegó ayer a Argentina tras ser extraditado por España. (EFE)
“Soy inocente. Pertenecer a la Armada no reviste carácter de asociación ilícita... De la lectura de la prueba no puedo tomar conocimiento certero de los hechos que se me imputan por lo cual requiero su lectura para ampliar la declaración”. Esas fueron las primeras palabras con la que el represor Ricardo Cavallo negó los cargos que se le imputan como represor en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la dictadura militar (1976-1983), horas después de arribar a este país extraditado desde España.
Cavallo llegó escoltado por los miembros de la Interpol minutos después de las 9 de la mañana (6 en México), a bordo del vuelo regular de Air Europe. Cubierto con un chaleco antibalas y esposado, evitando cualquier contacto con la prensa. Después de siete años siete meses y cinco días de su detención en Cancún, “Sérpico” o “Marcelo Carrasco”, sus alias que desde ahora poblarán el expediente de la megacausa ESMA, logró su cometido de estar en Buenos Aires.
De inmediato fue trasladado a los tribunales federales donde se encontró con su abogado en Argentina, Alfredo Solari, con quien esperó al comparencia ante el juez Sergio Torres, quien había reclamado la extradición. El magistrado sólo se limitó ayer a interrogarlo por la acusación de “haber formado parte de una organización que actuaba de manera sistemática, coordinada y permanente”, conformada por varios represores como Jorge “El Tigre” Acosta, Hugo Perrone y Jorge “Ruger” Radice destinada “a cometer delitos como el desapoderamiento de los bienes de los prisiones de la ESMA”.
Cavallo se encontraba encarcelado en España desde que el 29 de junio de 2003 fuera extraditado por México, donde fue detenido en agosto de 2000 tras ser reconocido por varios sobrevivientes de centros de detención en Argentina durante la dictadura.
Fuentes judiciales precisaron que tras la audiencia, el magistrado dispuso que Cavallo fuera trasladado a la cárcel de Marcos Paz, situada en esa localidad de la periferia de Buenos Aires y donde permanecerá detenido.
Al llegar a este país en un vuelo procedente de Madrid acompañado por agentes de Interpol, el ex militar fue conducido con chaleco antibalas, esposado y en medio de estrictas medidas de seguridad a los tribunales de Buenos Aires.
La Audiencia Nacional española autorizó hace dos semanas la extradición a Argentina del ex marino, además de acordar el archivo y el sobreseimiento de la causa que se seguía en España contra Cavallo por genocidio, terrorismo y torturas durante la dictadura militar en la nación suramericana.
De acuerdo con estimaciones oficiales, en la última dictadura desaparecieron 18 mil personas, pero los organismos de derechos humanos afirman que las víctimas en realidad fueron 30 mil.
