Integrantes del Ejército Mexicano auxilian a las personas evacuadas por el paso del Huracán “Dolly”, que han sido distribuidas en diferentes albergues de la ciudad de Matamoros, Tamaulipas.
Advierten aumento de tormentas cuando el ciclón tope con la sierra.
Intensas lluvias y vientos de hasta 160 kilómetros por hora padecieron ayer los pobladores de la frontera con Estados Unidos, cuando el huracán “Dolly”, que se degradó después a tormenta tropical, entró por la costa Sur de Texas. Sin embargo, hasta las 22:00 horas se tenía saldo blanco, pero se mantenía la alerta.
Inundaciones en unas 50 colonias del Oriente y Sur de Matamoros, árboles caídos, semáforos dañados, anuncios espectaculares afectados, media ciudad sin agua y 100 mil usuarios sin luz es el saldo preliminar de “Dolly”, que al tocar tierra bajó a categoría 1 y por la noche ya se había degradado a tormenta tropical.
“No nos vamos a confiar ni vamos a bajar la guardia, continuaremos en alerta en tanto no pase la contingencia”, advirtió el gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, al informar que se mantendría la alerta hasta hoy y que continuaría el Plan DN-III.
El alcalde de Matamoros, Érick Silva Santos, dijo que la situación podría complicarse si siguen las lluvias.
“Tenemos nueve circuitos que no están funcionando y esto está provocando que los cárcamos que nos ayudan a desaguar en las colonias de alto riesgo, no tiene manera de bombearla a los drenes”, señaló.
Explicó que ya se cuenta con drenes saturados que están a su máxima capacidad. “Se puso en marcha un programa piloto que no ponga en riesgo a los trabajadores de la CFE, pero que reactive algunos circuitos para que se empiece a generar energía eléctrica y se activen las bombas”, detalló.
Dijo que de continuar las inundaciones se van a montar operativos para evacuar a los las 95 colonias que se encuentran en áreas inundables, con el apoyo de la Marina, el Ejército y la Policía Federal Preventiva.
“Estamos en una situación de riesgo que no nos favorece mucho a corto plazo”, mencionó. La solución sería, dijo, que dejara de llover, pues de seguir así se estaría en un problema muy serio.
Silva Santos agregó que la ausencia de energía también afectó las dos plantas potabilizadoras, dejando sin el servicio a 40 por ciento de la población.
La Secretaría de Gobernación federal informó que mantiene alerta roja en el Norte de Tamaulipas y en las plataformas petroleras que se encuentran en las costas del estado.
De acuerdo con el Sistema de Protección Civil, “Dolly” se adentró al Norte de Tamaulipas, y al Oriente de Nuevo León con un escenario de lluvias torrenciales.
Para hoy se espera que “Dolly” tenga una nubosidad de un radio de hasta 100 kilómetros a partir de su centro que se propagará en los municipios fronterizos de Tamaulipas.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que “Dolly” puede alcanzar hoy el mayor volumen de lluvias porque chocará con las formaciones rocosas de la Sierra Madre Oriental, informó el Servicio Meteorológico Nacional.
Según lo previsto por el organismo el caudal de lluvia puede llegar de los 150 a los 250 litros por metro cuadrado.
“Ahora que está tierra adentro viene lo significativo, porque al chocar con un macizo montañoso puede venir una explosión por la convección”, explicó el meteorólogo Alberto Hernández Unzón.
Adelantó que el huracán creará una franja de inestabilidad climática que por su extensión afectará el Valle de México, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato y Distrito Federal tendrán lluvia significativa.
Declaran alerta naranja en Coahuila
Ante la llegada de los remanentes del huracán “Dolly”, autoridades estatales y de Protección Civil declararon a partir de las 18:00 horas de ayer la “alerta naranja”, que significa preparación y estar listos para cualquier contingencia.
Como “Dolly” modificó ligeramente su trayectoria se pronostica que las lluvias en los municipios de Saltillo y Ramos Arizpe no serán intensas como se creía, informó el secretario de Gobierno, Armando Luna Canales. Por el contrario, se espera que caigan fuertes aguaceros de Monclova hasta Nueva Rosita, Sabinas y Múzquiz, es decir, de la zona Centro a la Cuenca Carbonífera.
En las últimas horas se pasó de la alerta azul, que es la preventiva, a la verde, cuando tocó tierra el ojo del huracán en el vecino estado de Tamaulipas, al medio día subió a la amarilla y por la tarde aumentó a la fase naranja.
Se dispone de 129 albergues en todo el estado, con capacidad para atender a 26, 000 personas, los cuales se abrirán conforme se requiera y contarán con colchonetas y comida caliente, agregó el funcionario. Dijo que ahí podrán refugiarse indigentes y familias que viven en las riberas de ríos o arroyos y necesitan un sitio seguro para protegerse en lo que pasa el temporal.
‘La gente tiene miedo’
El ronco zumbido de “Dolly” sembró el temor en Matamoros, Tamaulipas, donde las calles lucieron desoladas durante todo el día. A pesar de su trayectoria errática, el golpe del huracán se sintió al grado que la población atendió la advertencia de “alerta roja” que emitieron las autoridades: hasta el anochecer las calles de ciudad lucían desiertas.
Para las 8:00 horas, el gobernador Eugenio Hernández Flores lanzó la advertencia a la población, de “no confiarse y no salir de sus casas”.
En el transcurso del día las calles estuvieron semi-vacías, sólo vehículos militares, de la Policía, taxis y de los medios de comunicación recorrían las colonias y poblaciones. Todo era lluvia y viento.
“La gente tiene miedo por Dolly”, dijo el taxista Eligio Ramírez, mientras circula por la solitaria ciudad. En la radio escuchó la alerta en la que todos esperaban que “Dolly” impactara a Matamoros. “Sólo nosotros, la prensa y las autoridades andan en las calles. La población no quiere salir”, dijo.
Igual opinó la señora Sofía De la Cruz, “yo voy a mi casa, sólo salí a abastecerme de algo de despensa y no pienso salir para nada”.
En los pueblos Las Higuerillas, El Mezquital y Las Islas, de Matamoros, quedaron bajo el agua, los habitantes rezaban por que no les pasara nada a sus viviendas. “Le pido a Dios que proteja mi casa, pero creo que cuando regrese ya no voy a encontrar nada”, lamentó Doña Manuela García Pérez.
La señora de 65 años radica en Higuerillas, y mientras hace fila para recoger un rollo de papel de baño y una cobija, en uno de los 4 albergues activados, recuerda: “En 2005 el huracán ‘Emily’ destruyó mi casa y parece que otra vez volverá a ocurrir”.