Gustav causó inundaciones e interrumpió el servicio eléctrico. (AP)
Gustav se debilitó a depresión tropical hoy horas después de ingresar como un fuerte huracán al centro pesquero y petrolero del estado de Luisiana, donde causó inundaciones e interrumpió el servicio eléctrico pero sin provocar la temida devastación que hace tres años dejó Katrina.
El Centro Nacional de Huracanes indicó que los vientos sostenidos máximos de Gustav han descendido a aproximadamente 56 kilómetros por hora (35 millas por hora) con la posibilidad de que siga perdiendo fuerza. El centro del meteoro se localizaba la madrugada del martes 217 kilómetros al noroeste de Lafayette y se desplazaba hacia el noroeste a 16 kph (10 mph).
Gustav llegó a Luisiana el lunes con vientos de 177 kph (110 mph) y arrojó agua por encima del muro contra inundaciones en el Canal Industrial a lo largo del 9no distrito en Nueva Orleáns.
Sin embargo, el poder del huracán no fue tan fuerte como la habían pronosticado los meteorólogos y ahora Gustav se convirtió en depresión tropical el martes, dos días después de que por su fuerza potencial fue llamado "la madre de todas las tormentas".
La semana pasada, Gustav, como un huracán de categoría 4 en una escala de cinco puntos, afectó áreas de Haití, República Dominicana, Jamaica y Cuba, dejando un saldo provisional de 94 muertos.
Antes de llegar a Luisiana bajó de la categoría 3 a la 2. El ojo del meteoro entró antes de las 10 de la mañana cerca de la población de Cocodrie, el corazón de la industria pesquera y petrolera del estado.
"Yo describiría a Gustav, en lugar de la madre de todas las tormentas, quizá como la suegra o la hermana fea de todas las tormentas", dijo con cierto alivio el alcalde de Nueva Orleáns, Ray Nagin.
La sensación de alivio no significaba que el sureste de Estados Unidos hubiera escapado indemne del meteoro. Las autoridades informaron de ocho muertes relacionadas con la tormenta, incluidas cuatro personas fallecidas en Georgia cuando su automóvil chocó con un árbol cuando huían de Gustav.
Además, un dique en el sureste de Luisiana estaba en peligro de caer, y las autoridades se esforzaban por apuntalarlo. Gustav dejó también casas sin techo, derribó árboles e inundó caminos. Un transbordador se hundió y al menos un millón de personas se quedó en un momento sin electricidad. Por el momento se desconoce la magnitud de posibles daños en el sector de los hidrocarburos.
Pero el temor más profundo, que los diques que protegen a Nueva Orleáns se vinieran abajo, no se había materializado.
El muro contra inundaciones colocado en el Canal Industrial fue rebasado por el agua impulsada por el viento y resistió el embate que hace tres años no pudo soportar por la fuerza de Katrina que causó una dolorosa y costosa devastación en la ciudad. Varias calles de Ninth Ward fueron cerradas por la anegación que llegaba a media pierna. Las autoridades citadinas y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército expresaron confianza en que los diques han soportado el golpe de Gustav.