El presidente Felipe Calderón junto al féretro de Édgar Millán, jefe de la Policía Federal asesinado el jueves. (El Universal)
Llama Calderón a poner un ‘ya basta’ al crimen organizado.
Horas después de que sicarios presuntamente al servicio del Cártel de Sinaloa ejecutaran al jefe interino de la Policía Federal, dos miembros de ese grupo del crimen organizado fueron asesinados, incluyendo un hijo del líder, Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”.
La noche del jueves, Édgar Guzmán murió en Culiacán luego de ser atacado por un grupo con rifles de asalto y una bazuca. El ataque dejó otros dos muertos. La identidad del hijo de “El Chapo” se confirmó hasta el viernes por la mañana por autoridades federales.
Édgar Guzmán se encontraba con otras tres personas en un centro comercial de Culiacán cuando fueron atacados por un comando armado de unas 20 personas a bordo de cinco camionetas en el estacionamiento.
Otra de las víctimas en ese ataque fue Arturo Meza Cázares, hijo de Blanca Cázares, alias “La Emperatriz”, quien es la presunta operadora financiera de Ismael “El Mayo Zambada”, alto mando del Cártel de Sinaloa.
Meza Cázares murió en un hospital de Culiacán y fue identificado como hijo de “La Emperatriz” por fuentes del Gobierno de Sinaloa. Meza estaba identificado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como parte de la red financiera de “El Mayo Zambada”.
Las muertes se derivaron de un enfrentamiento entre grupos rivales del crimen organizado.
Los hechos ocurrieron luego de que el jefe interino de la Policía Federal y encargado de operativos contra el narco, Édgar Millán, fuera ejecutado en su casa el jueves en la madrugada.
Aunque no se han vinculado los dos hechos, las investigaciones de la muerte de Millán apuntan al Cártel de Sinaloa debido a que el jefe policiaco había dirigido operativos que asestaron duros golpes a la estructura de “El Chapo” Guzmán. En los últimos días, Millán daba seguimiento a la detención de nueve sicarios del Cártel.
Fuentes de la Policía Federal afirmaron que una de las líneas de investigación es una traición interna pues pocas personas sabían de la agenda de Millán.
La ejecución se dio después de que varias “narcomantas” aparecieron en Sinaloa alertando de ataques contra la Policía Federal y el Ejército. Las firmaba Arturo Guzmán Leyva, lugarteniente de Guzmán Loera y quien está preso.
Ayer corrió el rumor de que su hermano, Alfredo Guzmán Leyva, alias “El Mochomo”, había sido asesinado en su celda del penal de máxima seguridad de Occidente, pero el rumor fue desmentido por la Secretaría de Seguridad Pública.
En tanto, otro mando policiaco fue asesinado ayer en la Ciudad de México. Se trata de Esteban Robles, comandante de la Policía Judicial del Distrito Federal en la delegación Gustavo A. Madero y quien había dirigido la unidad antisecuestros. Robles fue asesinado cerca de su casa.
El presidente Felipe Calderón encabezó ayer el funeral de Édgar Millán y convocó a poner un “ya basta” a la delincuencia.
“Debemos unirnos en el repudio a la violencia de quienes quieren ver un México atemorizado por el crimen. Debemos rechazar juntos este intento por amedrentarnos”, dijo Calderón.