Al ritmo de tambores y ondeando la bandera del Santos Laguna, los aficionados desfilaron por las principales avenidas y calzadas de la ciudad para festejar el tercer campeonato del equipo local. (Fotografías de Sergio Reyes y Fernando Compeán)
El festejo dejó un saldo de cuando menos 85 detenidos.
La disposición de Cero Tolerancia dictada por las autoridades policiacas fue rebasada por el festejo que realizaron los seguidores del Santos Laguna al término del juego de ida de la gran final del Torneo Clausura 2008. El festejo dejó un saldo de cuando menos 85 detenidos, cinco de ellos por causar daños a cuatro vehículos y a una patrulla.
Una vez que concluyó la ceremonia de premiación, los asistentes al Estadio Corona se lanzaron al festejo, empezando por las calzadas aledañas al inmueble, principalmente la Manuel Ávila Camacho, en la cual se formó una hilera kilométrica de vehículos varados, desde la calzada Moctezuma hasta el crucero de Cuatro Caminos.
Los vehículos transitaban a vuelta de rueda, en medio del sonido de claxons y trompetas, al ritmo de ¡Santos, Santos campeón!
Las aceras públicas de ambos lados de la calzada Manuel Ávila Camacho se llenaron de gente que festejaba con banderas, pequeños tambores y hasta un tonel de 200 litros fue improvisado como tambora por dos mujeres mayores de edad que no se quisieron quedar atrás en el festejo.
Las aceras de la calzada Manuel Ávila Camacho estaban repletas de fanáticos del Santos Laguna, que utilizaron también para su festejo el puente peatonal ubicado frente a la Unidad de Medicina Familiar del IMSS número 66 y la Unidad Deportiva Aeropuerto.
A esa altura apareció una mujer joven, con un embarazo de aproximadamente seis meses, quien sin recato alguno dejó al descubierto su crecido vientre, en el cual anotó la leyenda: “Es hijo de Oswaldo Sánchez”, mientras decía “es la mera neta, Oswaldo es mi viejo”, y soltaba una sonora carcajada entre los transeúntes que no daban crédito a lo que veían, comentando “¡vieja loca!”.
Los actos vandálicos no se hicieron esperar, un aficionado que viajaba a bordo de una vagoneta color café con el torso desnudo se bajó de repente de la unidad para perseguir a un transeúnte que le había arrebatado una camiseta original del Santos Laguna, con la cual iba festejando la coronación de los Guerreros.
Persiguió al presunto responsable por algunos 50 metros, pero no pudo darle alcance, ya que se hizo “ojo de hormiga” entre la gente, y el afectado en venganza insultó a las personas que estaban cerca de él.
Los aficionados no hicieron caso de las recomendaciones hechas días antes por las autoridades policIacas, en el sentido de no escandalizar sobre las cajas de camionetas, camiones de carga y plataformas de trailers, y fue lo primero que hicieron, sin tomar en cuenta el riesgo que corrían al ir amontonados.
Antes de llegar al crucero de calzadas Manuel Ávila Camacho y Abastos, un joven cayó de la caja de una camioneta color blanco, a bordo de la cual viajaba, afortunadamente el golpe que sufrió no fue de consecuencias y subió de nueva cuenta al vehículo.
¡Santos, Santos campeón! ¿En dónde están, en dónde están esos azules que nos iban a ganar?, y el tradicional ¡oé oé! eran los principales cánticos que entonaban con una gran euforia.
Resultaba imposible encontrar un taxi disponible, tan sólo unos cuantos autobuses de ruta prestaban servicio, el tiempo de su recorrido se triplicó debido el embotellamiento en los diferentes cruceros de la ruta.
A manera de ejemplo un autobús de la ruta Independencia-Antonio Narro tardó dos horas y 20 minutos en llegar del Estadio Corona al centro de la ciudad.
El bulevar Independencia en su tramo de calzada Abastos a calzada Colón fue la locura, estaba congestionado a ambos lados, para recorrer ese trayecto a bordo de un vehículo se tardaba hasta dos horas.
En ese tramo pudo observarse que la gente desobedeció por completo las recomendaciones de no viajar a bordo de toldos y cofres de vehículos, y lo más común fue ver a jovencitas sentadas sobre el capacete y los cofres sin extremar medida de seguridad alguna.
Una jovencita aprovechó el quemacocos del carro en que viajaba para ir tomando fotografías con su teléfono celular.
Las cajas de algunas camionetas fueron convertidas en cantinas ambulantes, en donde jóvenes con una caguama y el vaso lleno de cerveza festejaban con gran alegría la tercera estrella del Santos Laguna, sin importarles que pudieron haber sido detenidos por ingerir bebidas embriagantes en plena vía pública.
Las banderas de los Guerreros ondeaban por las ventanillas del carro, sin importar el tamaño de las mismas, y los baños de spray de nieve seca estuvieron a la orden del día, lo mismo a quienes viajaban a bordo de un automóvil, o los que se descuidaban al estar mirando el festejo.
De repente se bajaban los conductores de sus unidades para sumarse al festejo, como fue el caso de dos aficionados que viajaban a bordo de una camioneta color blanco de doble cabina con el torso denudo, y bailaron en medio del bulevar Independencia con bandera en mano, mientras permanecía varada la unidad en que viajaban.
Ambas aceras de este boulevard estaban llenas de carros estacionados, y en uno de color blanco, último modelo, dos jovencitas bailaban en plena vía pública al son de la música del estéreo de la unidad.
El crucero de calzada Colón y boulevard Independencia fue un punto de concentración masiva, ya que afuera de una conocida agencia automotriz se instaló el set de un canal de televisión que a esa hora transmitía en control remoto a nivel internacional, entre los comentaristas estaba Daniel Alberto “Ruso” Brailowsky, quien miraba sonriente el festejo.
Los agentes de Vialidad no se dieron abasto para regular el tráfico tanto en la calzada Manuel Ávila Camacho, Abastos y boulevard Independencia, ya que fueron rebasados por la santosmanía, que ayer llegó a su punto más alto.
Antonio Hernández Moreno, coordinador del operativo Cero Tolerancia, reconoció que fueron rebasados por los festejos de la afición lagunera, ya que no respondieron al llamado hecho días antes para conservar la calma durante los mismos.
Ante esta situación, el jefe policiaco se vio obligado a suspender el festejo alrededor de las 23:15 horas, con un saldo de 85 detenidos cuando menos, cinco de ellos fueron consignados al Ministerio Público por causar daños a cuatro vehículos particulares y a una patrulla de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
