El Frente Amplio Progresista (FAP) se dividió en el Senado; el PRD en voz de Carlos Navarrete reprochó, sin citarlos por su nombre ni identificarlos, a Dante Delgado, de Convergencia, y a Alejandro González Yáñez, del PT, por descalificar las negociaciones del perredista Graco Ramírez en la Comisión de Energía sobre el programa y calendario del debate en materia petrolera.
Navarrete solicitó a los aliados del FAP respeto al trabajo de los perredistas, “porque no tenemos que pedirle permiso a ningún otro partido para tomar nuestras decisiones”.
Dante Delgado y González Yáñez se deslindaron de las negociaciones que realizó Graco Ramírez, porque no se les consultó nada previamente. Dejaron en claro que este último representa únicamente al PRD.
Navarrete también evitó hacer comentarios sobre la discusión que tuvo la noche del martes con Andrés Manuel López Obrador en relación con la posición del grupo parlamentario en el Senado.
En cambio, en la defensa de su compañero, no acusó a nadie directamente, pero los que horas antes descalificaron al negociador perredista fueron Dante Delegado y González Yáñez.
Dante Delgado negó que hubiese descalificado a Graco Ramirez y que simplemente precisó que no era el representante de Convergencia en las negociaciones. Tiene algunas observaciones que hacerle al documento de la Comisión de Energía pero que nos las ventilaría en los medios de comunicación.
Sobre el pleito en la noche del martes entre Carlos Navarrete y Andrés Manuel López Obrador, dijo que sólo fueron “puntos de vista no coincidentes”.
De acuerdo con la información recabada por este diario, lo que tiene todavía atorada la propuesta para la realización del debate en materia petrolera se llama Andrés Manuel López Obrador, empeñado en mantener la resistencia civil dentro y fuera de los recintos legislativos.
Los propios senadores perredistas de la corriente Nueva Izquierda reconocen que en los términos que está redactado el documento de la Comisión de Energía resulta ilógico impugnarlo, porque, en primer lugar, plantea un debate nacional de mayo a julio, amplio como se había demandado.
En segundo lugar, en el último punto (16) del documento, se específica que “al finalizar los foros se iniciará el proceso de análisis, debate y dictamen de las iniciativas”, lo que no implica que habría periodo extraordinario de sesiones del Congreso en agosto o antes de septiembre.
Incluso los perredistas tienen claro que si los debates acaban en julio, una reforma como la que se ha propuesto, no se podría dictaminar y votar en las dos cámaras (senadores y diputados) en un solo mes (agosto).
Por lo tanto, dicen los perredistas de Nueva Izquierda, se están cumpliendo otra de sus demandas de no legislar la reforma petrolera en el receso legislativo.
Este miércoles, en la reunión de la Junta de Coordinación Política del Senado se convino en darse tiempo para que los grupos parlamentarios puedan hacer consultas sobre el documento de la comisión.
Manlio Fabio Beltrones del PRI informó que ya consultó el documento con sus compañeros y que nadie lo ha objetado. También sabe que lo mismo ha ocurrido en el PAN.
El Verde Ecologista ha plateando que sería un error limitar a dos reuniones el debate entre legisladores, cuando existe en la ley un procedimiento para sus discusiones y votaciones.
Santiago Creel espera que a la brevedad posible se hagan las consultas, para que hoy mismo se vuelva a reunir la Junta de Coordinación Política y se defina el asunto del debate sobre la reforma petrolera.