Se han vuelto constantes los asesinatos y aprehensiones en contra de duranguenses en el estado vecino.
Samuel Beltrán Beltrán, de 26 años, nacido en Palmillas, municipio de Tamazula, asesinó a su compañero de parranda a raíz de una discusión generada por la ingesta de bebidas embriagantes; el mencionado iba en el asiento de atrás de un vehículo y con un lazo, que enredó de manera sorpresiva en el cuello de la víctima, lo ahorcó para posteriormente arrojarlo a un río.
En una de las calles de Culiacán, Sinaloa, Samuel fue aprehendido por la Unidad Especializada en Aprehensiones por la presunta comisión del delito de homicidio en agravio de Julio César Calderón Serrano, de 23 años, luego de que se estuvo escondiendo por cuatro años en diferentes poblados de la Sierra duranguense.
TIRARON EL CADÁVER AL RÍO
De acuerdo a los datos proporcionados por la autoridad de la vecina entidad, los hechos se suscitaron cuando en junio del 2004 Samuel, Julio y otro sujeto andaban de parranda a bordo de un vehículo en la capital sinaloense y en un momento dado los primeros salieron de pleito y estuvieron discutiendo por varios minutos.
Cuando el tercer sujeto en mención decidió llevar a cada uno a su domicilio en el vehículo, Samuel, quien iba en el asiento trasero enredó un lazo en el cuello de Julio, lo ahorcó, posteriormente obligó al conductor a que lo llevara a un lugar lejano para tirar el cadáver.
Desde el 2004 se presumió la responsabilidad de Beltrán Beltrán en lo hechos pero no fue posible su aprehensión ya que estuvo a “salto de mata” por diversos poblados de Tamazula, donde cuenta con muchos familiares, sin embargo cuando lo detectaron paseando por las calles de Culiacán le “echaron el guante”.