La fuga de Luis Gonzaga Castro Flores, narcotraficante vinculado a Ismael “El Mayo” Zambada, ocurrida el viernes pasado en el Reclusorio Oriente de la ciudad de México, se llevó a cabo en una camioneta con madera e inició en el área de visita íntima, siempre con la colaboración de los custodios.
Esa es la hipótesis a la que hasta ahora ha llegado la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), según confirmó Luis Genaro Vázquez Rodríguez, recién nombrado subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas, quien ratificó la consignación de 10 custodios involucrados en la huida, trasladados al Reclusorio Preventivo Norte para su proceso por el delito de evasión agravada de preso.
Este lunes el funcionario describió la forma en que el reo escapó y la responsabilidad de los celadores indiciados.
“En un momento se detectó a una visita entrando al edificio de visita íntima con una muda de ropa de calle; junto con ella ingresó el evadido. Luego, sale el preso para dirigirse al área de servicios generales, posteriormente regresa y se pone la ropa civil”, detalló.
El custodio Carlos García no revisó al evadido y le permitió vestir diferente a la población penitenciaria.
Vázquez Rodríguez explicó que cuatro custodios de la aduana de vehículos, encabezados por Rogelio Contreras, permitieron el ingreso de una camioneta que transportaba madera, sólo con el chofer abordo, y le entregaron dos gafetes de ingreso, lo cual registraron indebidamente en la bitácora.
El preso Castro Flores, quien trabajaba en el taller de carpintería, fue sacado del reclusorio simulando que era un acompañante del conductor de la camioneta con madera, explicó.
Otro grupo de celadores permitió al evadido, con uno de los gafetes, abordar la camioneta en el patio de maniobras y salir al cinturón de seguridad del centro de reclusión.
Luis Sánchez Santiago, quien es técnico en seguridad en el Dormitorio 2, omitió pasar la lista física al prófugo a las 15:00 horas, y reportó a los mandos “sin novedad, población completa”.
En tanto, Víctor Mata y Jaime Ángeles Rangel tampoco supervisaron la lista y reportaron también “sin novedad”, lo que le dio tiempo suficiente para escapar, pues su ausencia fue reportada hasta las 21:00 horas.
El subprocurador mencionó que se investigan los privilegios que tenían algunos presos en ese centro penitenciario, toda vez que Castro Flores tenía acceso a la visita conyugal con varias mujeres.
El subprocurador no descartó que se llame a declarar a otros funcionarios, pues afirmó que las investigaciones siguen abiertas. Reiteró que de los celadores consignados ninguno alcanza fianza y podrían ser condenados a una pena de tres a diez años y seis meses de prisión.
