El senador Andrés Galván Rivas está a favor de la Ley de Voluntad Anticipada que se encuentra en comisión en el Senado.
El Siglo de Durango
La iniciativa de la Ley de Voluntad Anticipada puede aprobarse este mismo año en el Senado, manifestó el legislador Andrés Galván Rivas, quien dijo que está a favor de la propuesta que actualmente se encuentra en análisis.
La ley fue presentada por el senador Guillermo Tamborrel ante la Cámara Alta, donde también los diputados federales la analizarán para que entre en vigor en todo el país.
CONSENSADA
Comentó que en su opinión esta ley es buena y que en su caso la aprobará ya que las personas con una enfermedad grave pueden decidir si continúan su tratamiento, que algunas veces es doloroso.
“Creo que sale este mismo año, además hay un interés, se ha dado un buen consenso entre las diferentes fracciones de partidos políticos, por lo que creo que sí se va aprobar esta ley”, mencionó.
De esta forma el Senador comentó que hay voces que se pueden oponer a esta iniciativa y que generalmente provienen de la Iglesia Católica, sin embargo, explicó que muchos legisladores federales al menos que son católicos están a favor de la ley que ya se aprobó en el Distrito Federal.
“Yo estoy a favor, yo no sé cómo se vaya a dar la votación en este sentido, hay debate, hay posiciones encontradas, eso no está mal y qué bueno que haya discusión, pero en el caso particular yo lo veo a favor”, expresó.
Finalmente, comentó que esta ley está aprobada por el Senado y tendrá que darle el visto bueno la Cámara de Diputados, de aprobarse se mandará de nuevo a la Cámara Alta para que sea mandada al Ejecutivo Federal.
Método
La Ley de Voluntada Anticipada que aprobaron los asambleístas del Distrito Federal propone el método de la ortotanacia, que significa muerte correcta en términos médicos.
Esto se trata de curar y cuidar, sin provocar la muerte de manera activa, directa o indirecta, evitando la aplicación de medios, tratamientos o procedimientos médicos obstinados, desproporcionados o inútiles.
Con esto se pretende no menoscabar la dignidad del enfermo en etapa terminal, otorgando los cuidados paliativos, las medidas mínimas ordinarias y tanatológicas, y en su caso la sedación controlada.
