A unas horas que Andrés Manuel López Obrador avance en su resistencia civil pacífica –con la movilización de hoy en el Monumento a la Revolución y el martes en el Palacio de San Lázaro- la división al seno de la izquierda aglutinada en torno al Partido de la Revolución Democrática (PRD) se profundizó.
Porfirio Muñoz Ledo, coordinador del Frente Amplio Progresista (FAP), defendió la resistencia civil pacífica lopezobradorista. Dejó claro que “es muy importante no exponer a la gente, pero también dejar que se manifieste…”.
Reconoció que en la reforma energética aprobada por el Senado –y que se llevará al pleno de la Cámara de Diputados el próximo martes- se tomaron en cuenta muchos de los planteamientos de esa fuerza política “pero no los fundamentales” pues deja abierta rendijas para la operación de privados.
Pero Jesús Ortega, cabeza de Nueva Izquierda -corriente mayoritaria del PRD-, consideró que en el marco del debate de la reforma energética López Obrador, junto a otros de sus compañeros, le están buscando “chichis a las víboras… no hay esas trampas de las que hablan”.
Afirmó que es inútil la movilización que hará el tabasqueño en torno a la próxima reforma y asentó que es momento de que la izquierda mexicana sepa reconocer sus victorias y dejar atrás la etapa de mártir y de “estar lamiendo las heridas”.
Asentó que México necesita un PRD con una visión de unidad, de construcción de acuerdos para solucionar los problemas del país. Sostuvo que la reforma no es privatizadora “y por lo tanto no hay necesidad de generar un conflicto, no hay rendijas para lograr la privatización”.
Ganó el PRD al impedir la privatización de Pemex, dijo tras subrayar que espera que las movilización de López Obrador “se hagan en el marco de la paz, que no haya enfrentamientos ni lesionados y que se manifiesten de manera pacífica y libre”, insistió en que no hay necesidad de movilizarse.
En tanto, el líder nacional del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, demandó a los legisladores “responsabilidad” durante la inminente aprobación de la reforma energética. Y puso énfasis en que si hay que movilizarse es para festejar.
El sinaloense llamó a cerrar filas con los senadores perredistas que aprobaron la reforma y con los diputados que la avalarán. Pidió no satanizar a López Obrador y confió en que sus movilizaciones transcurran de manera pacífica.
Pero Muñoz Ledo hizo notar que con la reforma Pemex carece de la autonomía que necesita para desarrollarse, que los cambios prevén la integración del Consejo de Administración de Pemex con 12 miembros, seis propuestos por el Ejecutivo Federal y avalados por PRI y PAN en el Senado, y seis más que provienen del sindicato.
Reviran perredistas:
Fox es un ‘papanatas’
Porfirio Muñoz Ledo, Jesús Ortega, Guadalupe Acosta Naranjo Y René Arce reprobaron ayer las declaraciones de Vicente Fox, en torno a que “hay que partirle el queso” a Andrés Manuel López Obrador, y consideraron que el ex presidente es un “papanatas” y carece de credibilidad.
Muñoz Ledo aseguró que Fox es un “traidor a la democracia” y una “amenaza para México”, pues fue él quien dispersó la corrupción e hizo un “gobierno de rateros”.
“Es un papanatas y es un provocador, él (Fox) es una amenaza para México, es un gran traidor a la democracia”, puntualizó el coordinador del Frente Amplio Progresista.
El viernes, durante el 38 Encuentro Nacional de Diputados locales del PAN, Vicente Fox mencionó que era una idea brillante la de “partirle el queso” a Andrés Manuel López Obrador, como una estrategia rumbo a las elecciones de 2009.
Jesús Ortega, líder de los “Chuchos”, consideró que Fox no tiene ninguna autoridad ética y carece de credibilidad.
“Vicente Fox es un hombre torpe y una persona que no merece la menor credibilidad. Después del desastroso periodo de su Gobierno que tanto daño le hizo al país, yo creo que ningún mexicano debería de poner atención a sus desmesuradas y desmedidas declaraciones. (Agencia Reforma)
Neutraliza jalón de
cabello a diputada
La diputada Aleida Alavez ya se había curtido en toma de tribunas e interrupción de sesiones parlamentarias, pero cuando el jueves trató de frenar la jornada en la que se votarían una serie de cambios a la Ley de Petróleos Mexicanos, un duro jalón de cabellos la dejó casi fuera de combate.
Aleida trataba de abrir la puerta del vestíbulo que separa el salón donde sesionaban los legisladores del pasillo de acceso del piso 15. Al otro lado de los cristales, sus compañeros Alejandro Sánchez Camacho, Víctor Varela y Valentina Batres, entre otros, esperaban la posibilidad de interrumpir el trabajo legislativo, como lo hicieron en abril pasado en la Cámara de Diputados. Andaba entre gritos y empujones hasta que un brazo se extendió sobre la masa, una mano atenazó su cabello y la sacó de la aglomeración.
