El fuego destruyó docenas de casas de lujo y parte de las instalaciones de una universidad en Montecito, como también un número todavía no precisado de casas en la vecina Santa Bárbara. (AP)
Por tierra y por aire, los bomberos lanzaron este viernes un desesperado ataque contra un incendio descontrolado impulsado por intensas ráfagas de viento que ha destruido por lo menos cien viviendas y ha obligado a miles de personas a evacuar una zona acaudalada.
Por lo menos hay 13 heridos. La causa del incendio se desconocía por el momento.
Las autoridades dijeron que el incendio estalló el jueves al anochecer y para el viernes temprano abarcaba más de mil hectáreas (dos mil 500 acres).
El fuego destruyó docenas de casas de lujo y parte de las instalaciones de una universidad en Montecito, como también un número todavía no precisado de casas en la vecina Santa Bárbara.
"Vi arder casas por 15 millones de dólares, sin duda", dijo el residente de Santa Bárbara Tom Bain, que evacuó la suya. "Sencillamente estallaban. El calor era intenso".
Las autoridades de bomberos iniciaron un agresivo ataque por aire al romper el alba con nueve helicópteros y diez aerotanques, dijo Terri Nisich, una vocera de la oficina ejecutiva del condado de Santa Bárbara.
Otra portavoz, Nicole Koon, informó que unas cinco mil 400 casas fueron evacuadas en el elegante vecindario de Montecito, que tiene 14 mil residentes y como propietarios a varias celebridades, entre ellas Oprah Winfrey y Michael Douglas.
El centro de la ciudad estaba inundado de un espeso humo acre y los residentes caminaban con máscaras o toallas sobre la cara.
Michele Mickiewicz, una portavoz del centro de operaciones de emergencia del condado, dijo que diez personas fueron tratadas por inhalación de humo y tres por quemaduras. Poco antes, el Hospital de Santa Bárbara informó haber recibido a dos pacientes con quemaduras graves.
En el Westmont College, un establecimiento cristiano de enseñanza superior de artes liberales, unos mil estudiantes fueron sorprendidos por el rápido avance de las llamas.
"Llegó muy rápido", dijo Tyler Rollema, una estudiante de 19 años que estaba cenando en la cafetería cuando se les dijo a los estudiantes que fueran al gimnasio. "Salimos y estaba ardiendo".
