La labor que el DIF realiza con los indigentes en esta temporada de frío pretende evitar los decesos por hipotermia.
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Ayudar a los indigentes con algún trastorno mental es una tarea difícil y rutinaria.
Durango. Ayudar a los indigentes es tarea difícil, sobre todo cuando se trata de personas con trastornos mentales. Algunos se resisten a dejar la esquina que han ocupado por cinco o hasta 15 años y su traslado al Albergue Municipal llega a ser rutinario en estas fechas.
Aun así hay disposición para ayudarles, indicó Marco Antonio Aguilar García, director del DIF Municipal, quien además mencionó que el ímpetu que tiene el personal que da los rondines junto con Protección Civil es de reconocerse.
Las personas que son trasladadas al Albergue Municipal tienen un cambio de ropa seguro, baño con agua caliente, además de comida rica y nutritiva. En el lugar hay de una a tres personas diarias, pero es muy variante.
A veces prestar este tipo de ayuda es complicado porque se les traslada al Albergue a pasar la noche y la mayoría de las veces regresan al mismo lugar, de tal forma que es casi estarlos llevando continuamente para evitar que pasen frío.
“Hemos redoblado esfuerzos y visto que en estos últimos 15 días hemos tenido que trasladar a las mismas personas al refugio, pero nosotros no nos cansaremos de seguirlos ayudando y así mantener en ceros las defunciones causadas por hipotermia”.
Aguilar García dijo que hay que recordar que muchas veces los indigentes son personas que sufren trastornos mentales, que incluso tienen que ser diseccionados al Hospital Psiquiátrico para su tratamiento, aunque igual son controlados y vuelven de nuevo a las calles.
Para el DIF es importante contribuir a evitar pérdidas de vidas humanas en esta temporada de frío y como respaldo se monitorean unas 100 personas que pasan gran parte del día en las calles y se tienen datos de dónde viven, quiénes son sus familiares, tipo de trastorno mental si es que lo tienen, entre otros.
Daniel Estrada
Ayuda extra
Durango. El Albergue Municipal, ubicado en la esquina del bulevar Dolores del Río y calle Gómez Palacio, tiene una capacidad para 120 personas y no solamente resguarda a indigentes, sino que además brinda hospedaje a las personas que vienen de fuera y que tienen a sus familiares enfermos en algún hospital. A ellos se les aloja por una módica cantidad de entre 20 y 40 pesos por noche.