LLORABA. El dolor que sufría Jesús Javier era tan grande, que hizo que al joven se le salieran las lágrimas.
En medio de la confusión que se generó después de un choque en el cruce de Hidalgo y Donato Guerra, una mujer hablaba por su teléfono celular y le preguntaba “¿Cómo te sientes?” al joven que estaba tendido en el suelo a un lado de una motocicleta roja, marca Suzuky.
Preocupada
La patrona de Jesús Javier Avite Cortés, de 27 años, era la mujer que tan preocupada estaba por la salud de su empleado. El joven repartidor de una empresa de refacciones había sido impactado por un auto, y con el golpe, su moto quedó abajo de otro coche. Socorristas de la Cruz lo revisaron, y entre las lágrimas de dolor de Javier, le inmovilizaron la pierna izquierda en la cual sufrió una fractura. Lo trasladaron a la clínica 16 del Seguro. La moto se la llevó la patrona.