Juan José, de 23 años, tras sufrir una fuerte depresión, intentó quitarse la vida ingiriendo insecticida; sin embargo, la oportuna atención de los médicos del Hospital General fue importante para que el joven no lograra su objetivo, informó el vocero de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Rubén López Gallegos, quien añadió que en el mismo nosocomio fue atendida una quinceañera que también presentó un cuadro agudo de intoxicación por tomar accidentalmente cloro.
A las 4:00 de la mañana de ayer ingresó al hospital Juan José Larreta Huerta, de 23 años, quien tiene su domicilio en el poblado Las Flechas, en el municipio de San Dimas, quien en forma deliberada tomó unos tragos de veneno para las plagas con la intención de suicidarse.
De acuerdo con el reporte médico, el fallido suicida se encuentra estable después de que le hicieron un estricto lavado de estómago y se le atendió el cuadro de intoxicación que presentaba.
Los hechos ocurrieron cuando en el poblado de su residencia Juan José se encontraba ingiriendo bebidas embriagantes en compañía de varios amigo y de pronto se sintió deprimido y les comentó a sus compañeros que ya se iba a matar pero éstos no le creyeron.
Cuando Juan José llegó a su casa lo primero que hizo fue buscar el frasco del insecticida e ingerirlo, provocándose de esta manera una intoxicación que por poco le cuesta la vida.
INGIRIÓ CLORO
Por otra parte, Norma Irene Cháidez Mijares, de 15 años, también ingresó al Hospital General con un cuadro agudo de intoxicación, ya que accidentalmente ingirió cloro.
La información proporcionada por la Procuraduría señala que a la 1:00 de la mañana de ayer la jovencita se levantó a la cocina para tomar agua pero al ver una botella de refresco en la mesa prefirió tomarle unos tragos a la gaseosa sin percatarse de que lo que contenía el envase era cloro.
Aunque la quinceañera de inmediato escupió y vomitó el cloro, el líquido ya había causado daños importantes en su organismo.
Los médicos informaron que la menor, quien tiene su domicilio en calle Aeropuerto, número 108, de la colonia Francisco Sarabia, ya se encuentra estable gracias a que su madre, Rosa María Mijares, la trasladó de inmediato al nosocomio.
