Unos 5 mil salvadoreños participaron ayer en la “Caminata contra el Hambre”, convocada por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas para sensibilizar sobre el problema de la desnutrición, informaron los organizadores. El representante del PMA en El Salvador, Carlo Scaramella, dijo que la actividad, que ha tenido lugar en unos 120 países a nivel mundial, “está dirigida a crear un movimiento solidario global de lucha contra el hambre y la desnutrición”.
Agregó que para El Salvador, que se une por segundo año consecutivo a la actividad, es “muy importante juntarse a este movimiento” dada la amenaza de “retroceso” debido al encarecimiento de los alimentos que se registra en el mundo. Scaramella indicó que con la actividad se logra “visibilizar” el problema de la desnutrición y la amenaza actual que representan las condiciones económicas mundiales.
Sostuvo que en El Salvador se ha tenido “buenos avances”, pero aún “no son suficientes” ya que el promedio de desnutrición infantil llega a un 15.6 por ciento, pero hay zonas, principalmente rurales, en donde un 45 por ciento de los niños sufre esta condición.
Otra fuente del PMA dijo que a la marcha, realizada en la zona Suroeste de San Salvador, participaron estudiantes, funcionarios, diplomáticos, miembros de organizaciones sociales, personal de las diferentes oficinas de la Organización de las Naciones Unidas y de otros organismos cooperantes. Por su parte, el arzobispo de San Salvador, Fernando Sáenz Lacalle, dijo en un rueda de prensa, luego de oficiar la misa dominical, que los cristianos “deben trabajar por la justicia social” ante la “amenaza de la crisis alimenticia inminente en El Salvador y en el mundo”.
“El número es cada vez más grande de personas que no tienen seguridad de qué comerán el día de mañana, situación que se agrava con el alto costo de la vida”, dijo el prelado católico.
