Una activista del Movimiento en Defensa del Petróleo trata de impedir el paso del autobús que traslada a senadores hacia el edificio del Senado en Donceles, en el Centro Histórico. (El Universal)
La sesión del Senado de la República prevista para este jueves en una sede alterna, por la toma del salón del Pleno que mantienen legisladores del PRD, PT y Convergencia, integrantes del Frente Amplio Progresista (FAP), fue cancelada por falta de quórum debido a que manifestantes del FAP impidieron el ingreso de legisladores al inmueble.
Como rehenes de su propio escudo de guardaespaldas, senadores del PAN fueron ayer viajeros en la crisis política del Congreso, pero con la adrenalina de las películas de acción.
Las camionetas en que fueron llevados a Donceles 14, sede alterna de Xicoténcatl, embestían, daban tumbos, vueltas con fuerte rugir de motores.
Más tarde, con el fuero maltrecho por el asedio de sus custodios tensos, y rudos contra los periodistas, los senadores rehenes siguieron indicaciones para escapar de nadie hacia la sede alterna de la sede alterna: la torre Caballito, en Paseo de la Reforma.
Sin necesidad produjeron imágenes de un brinco a la nada. Senadores y senadoras apechugaron, aceptaron las prisas y, como en un servicio de transporte público popular, apretujados salieron de la zona sin riesgo de ofensas de las brigadas de repudio.
Y siguió la toma de la tribuna por parte del Frente Amplio Progresista. La mayoría (PAN, PRI, PVEM) abrió su sesión del jueves en el piso 5 de la torre Caballito, de media hora, con papeles sobre las rodillas, vasos en la alfombra, hartazgo de seguir aguantando “chantajes, presiones, cercos”.
Allá en Donceles, hubo cobertura de seguridad como de guerra, de 14 guardaespaldas, para Santiago Creel, al leer una declaración de Prensa.
La línea de golpeo que “protegió” a Creel de los periodistas, quedó registrada para la historia del conflicto del Senado nómada, errante, cercado por gente que pega, ataca, resiste, y que cuando le conviene canta, baila, allá, en los límites del miedo a fallar de quien levanta más y más vallas de metal, robocops y granaderos.
Los priistas no acudieron a la sede alterna. En la segunda sede, PAN, PRI, PVEM, e Irma Martínez (Panal), ocuparon sillas marcadas con sus siglas. Se formó una especie de refugio por desastre. Nadie reservó “escaños” al FAP, que posee la tribuna mayor.
La voz del senador Cleominio Zoreda (PRI) dio cuerpo a la minisesión. Había dos banderas nacionales, el escudo del Senado. En el presidium, el emblema de la poderosa Cámara, el águila y la campana de plata.
En la tercera fila de sillas-escaño, Manlio Fabio Beltrones encabezaba el área relajada, fresca, con dominio del ritmo de la crisis senatorial.
El de Sonora se dio el lujo de posar leve para los fotógrafos, abotonándose el saco, cuando depositó su voto en la urna de elección de integrantes de la Comisión Permanente. Su talante enviaba un mensaje de control: ¿Acaso hay bronca en alguna parte?
Su burbuja, los cercanos al líder, instalada, operaba en torno suyo: Murillo Karam, Melquiades Morales, Carlos Aceves, Fernando Castro...
En cambio, no hubo polo de poder panista. Los hombres de Creel, estaban dispersos, cansados, enojados contra, se acusaba, la sedición pejista.
La bancada azul se reponía de las emociones fuertes del ir y huir de ayer (jueves). Varios recuperaron su gesto de Señores Muy Importantes.
Senadores de ingenio, como César Leal (PAN), colgaron un cascabel a la jornada itinerante. Él bromeó:
--Ya saben: La próxima sesión la vamos a tener en (el restaurante) ¡“La Barraca Urraca”!
Los seguidores del FAP reforzaron este jueves su cerco alrededor de las instalaciones del Senado, a una semana de que los legisladores del FAP tomaron las tribunas del Senado y la Cámara de Diputados, en rechazo a la propuesta de reforma energética enviada por el Ejecutivo federal.
Integrantes del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) lograron ingresar a las instalaciones de la sede alterna, pero media hora después comenzaron a salir al ver que no se conseguía el quórum necesario para llevar a cabo la sesión.
Los panistas se retiraron sin hacer comentarios sobre esta situación, aunque algunos como Juan Bueno Torio confirmaron que la sesión en la sede de Donceles 14 se había cancelado por la falta de quórum.
De manera breve, el senador panista comentó que esto sucedió porque no llegaron los representantes del PRI.