La mayor parte de la grasa que producen los cerdos, no se ingiere al consumir su carne.
La carne de cerdo es una de las más sanas, comerla moderadamente es una buena receta, a pesar de que ha sido maltratada históricamente
La gente que se preocupa por mantener su organismo en el mejor de los estados posibles, debe pensar en incluir en su dieta la carne de cerdo, que es sabrosa y, según ha demostrado un estudio, sus cortes más populares en México son de bajo contenido de grasa (de 3 a 4.5%) y los niveles de colesterol inferiores a 70 mg/100g.
Quizá por ello, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) este alimento es de los más consumidos en el mundo.
Alcanza 40 kilogramos per capita al año en Austria, España, Dinamarca y Alemania, donde la difusión de información sobre los atributos y los métodos de producción han desterrado los mitos entorno a la carne de cerdo.
Bueno en verdad
La Confederación de Porcicultores Mexicanos realizó recientemente el Estudio nutricional en carne de cerdo mexicana, entre los datos que reveló está que “es una excelente fuente de proteínas y vitaminas del complejo B, especialmente de las B1 y B12”.
En la prueba participaron la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, de sus resultados destaca que la carne de cerdo mexicana aporta en promedio 120% de los requerimientos diarios de vitamina B1 en cortes magros, lo cual es importante para prevenir enfermedades como la anemia.
Además, los expertos ratificaron que este cárnico tiene bajo contenido de sodio y alta concentración de potasio, mezcla benéfica en la dieta de las personas que padecen hipertensión arterial.
Un laboratorio especializado analizó el perfil nutricional y la cantidad de carne, grasa, hueso y recortes en cortes magros como pulpa de pierna y de espaldilla, y los grasos como cabeza de lomo y costillas.
A la mesa
Las piezas revisadas, afirma la Confederación, ofrecen un rendimiento en carne magra de entre 80% y 95%, excepto la costilla, por su contenido de hueso. Incluso la cabeza de lomo, considerada grasa, es muy aprovechable, pues su contenido graso recortable es de 8.3%, 41 g en 500 g.
Los resultados reflejan los avances de la porcicultura mexicana hacia la producción de cerdos cada vez más magros (sin grasa).
La Carne de Cerdo Mexicana TIF es una excelente alternativa como fuente de proteína animal, su alto rendimiento en carne permite a los consumidores obtener más valor por su dinero.
A partir de 1980 se ha registrado una disminución del 31% en el contenido de grasa, 14% en calorías y de 10% en el contenido de colesterol, en los productos limpios de este animal.
La mayor parte de la grasa que producen los cerdos, no se ingiere al consumir su carne, alrededor del 85% se desecha y menos del 15% se encuentra en el músculo. En los cortes magros ocasionalmente supera el 3%, aunque puede ser inferior al 2%.
Los expertos dicen que contiene una proporción cercana al 70% de grasas mono y poli-insaturadas (deseables) y entre 30 y 40% de grasas saturadas (indeseables).
