La banda que ya cumplió 17 años, ahora se está echando a la bolsa a nuevas generaciones con su música.
Hace 17 años, los integrantes de Babasónicos se impusieron una regla que hasta hoy mantienen fielmente: nunca caer en el aburrimiento. Y aunque la agrupación argentina se rehusa a utilizar fórmulas en su música, ésta ha encontrado la forma perfecta para ir a la vertiente del caos.
El resultado de esa forma de trabajo de Adrián Dárgelos, Diego Uma Rodríguez, Diego Uma-T Tuñón, Diego Panza Castellano y Mariano Roger Domínguez le ha traído a la banda no sólo ese estatus de “novedosa” que tanto persiguen los grupos y una nueva generación de fans que han redescubierto su música.
“Nos gusta ser espontáneos y hacer música que nos sorprenda. La música es algo muy etéreo que, en un segundo puede caer en un espacio que no debería”, asevera Diego Uma-T Tuñón, en entrevista.
En México, el fenómeno de cómo la música de Babasónicos ha trascendido la barrera del tiempo, y ha pasado de ser una banda de culto a un grupo de públicos masivos, es el mejor ejemplo de esa constante renovación de la que habla el grupo.
Y es que éste logró consolidarse con una nueva generación de adeptos desde 2001, cuando lanzó su disco Jessico. Le siguió Infame (2003) y Anoche (2005).
Después de su participación en la pasada edición del Vive Latino, Babasónicos repetirá la experiencia en el Auditorio Nacional el 30 de septiembre, para promocionar su nuevo álbum Mucho.
“Creo que el amor que México tiene por nosotros no es poco; tiene mucho que ver con que al día de hoy vamos pueblo por pueblo. Para ser un atleta del rock, hay que tocar unas 200 veces al año, y creo que el tiempo nos fue haciendo mejores compositores y arreglistas, entonces eso ya comienza a colarse en distintos lugares”, refiere Tuñón.
El músico descarta que la nueva etapa que vive Babasónicos se limita a un público joven: “A veces, cuando la persona entra a la oficina, deja de disfrutar las cosas”.
Y el tecladista agrega: “Me da lo mismo un público masivo o pequeño. Yo disfruto cuando me puedo escuchar bien. Es lindo el Vive Latino, cuando el público se arma su propio show, sin exigirle al artista, es parte de su disfrute, entonces el rock está cumpliendo su misión”.