“Pepe” desde hace más de 40 años se desempeña como “maistro” albañil.
José Luis tiene 40 años de experiencia en el arte de la construcción y se prepara para festejar el Día de la Santa Cruz.
José Luis Reyes Hernández, a sus 64 años de edad, cuenta con más de 40 años de experiencia en el arte de la construcción.
Aunque su rostro luce cansado, tanto o más que sus manos, asegura que dejará esta profesión hasta que su cuerpo no resista más.
Fiel amigo de la pala, la cuchara y el martillo, “Pepe”, como lo apodan sus ayudantes, a lo largo de esto 40 años de duro trabajo, sólo ha sufrido diez accidentes, los cuales, por fortuna, no han traído fatales consecuencias, “únicamente raspones y algunos moretones”, comenta mientras detiene por un tiempo la obra que se le ha asignado en esta ocasión.
Con su cabello revuelto, sus manos ya maltratadas, “Pepe” recuerda que fue a la edad de 14 años, cuando por necesidad pero sobre todo por el deseo de ayudar a sus padres y a sus hermanos, decidió abandonar sus estudios para ir en busca de un buen trabajo.
Fue entonces cuando encontró la oportunidad de trabajar en una construcción, como ayudante, dice, tiempo en el que por una jornada de ocho hasta nueve horas, recibía de seis a once pesos, suficientes para llevar “un pan a la mesa”, dice.
El trabajo y la adrenalina que recorría todo su cuerpo al montarse en aquellos grandes andamios, despertó el amor a este oficio, el cual, asegura, le ha traído grandes satisfacciones.
Para desempeñarse en este oficio, comenta, es necesario contar con una buena condición física, pues en ocasiones es necesario cargar botes de hasta 40 kilos, más de 30 veces al día.
Para lograrlo, dice, basta unos cuantos pedazos de papel “de aquellos bultos de cemento que se han terminado, se acomodan como una corona, después se mojan para endurecerlos, tanto que soportan grandes pesos”, dice “Pepe”.
Aunque es una profesión a la que le ha tomado un gran cariño, asegura que no es la mejor ni la más pagada, “pues hay veces que hay trabajo y otras tantas no”, comenta el “maistro” albañil.
Durante este tiempo, en el que sólo quedan las herramientas en casa y una gran ilusión por trabajar, “no nos queda más que ir a empeñarlas con la esperanza de recuperarlas en cuanto volvamos a trabajar (...)”.
Afortunadamente hoy, “Pepe” trabaja en la construcción de nuevos departamentos en la colonia Francisco Villa, lugar en donde el día de hoy, en compañía de José Luis “El Gordo”, como le llama a su hijo, festejará el día de la Santa Cruz, con su tradicional refresco de cola y un “guisado que traemos de casa... y qué mejor que festejar trabajando”, concluye sonriente “Pepe” “el maistro” albañil.
SEGUIRÉ
“Continuaré trabajando en esta profesión hasta que mis piernas lo permitan”.
JOSÉ LUIS REYES HERNÁNDEZ,
ALBAÑIL
