Los primeros seis meses del 2008 han arrojado 450 muertes violentas en la entidad.
El estado vive uno de los peores momentos en su historia, en lo que va del año han asesinado a cerca de 150 personas con armas de fuego, la mayoría con tintes del crimen organizado.
Durango. Junio ha sido el mes en el que se ha derramado más sangre en Durango en lo que va del año, el crimen organizado sigue haciendo de las suyas y cada vez en la entidad se torna un clima de inseguridad y violencia; durante el mes pasado se registraron 102 muertes violentas, siendo 39 provocadas por proyectil disparado por arma de fuego, en volcaduras de vehículos 18, en choques automovilísticos 12, atropellados seis, suicidios nueves, entre otros.
En lo que va del año se han reportado 450 decesos crudos, 149 por arma de fuego, 84 por volcaduras, 40 por choques, 39 por atropellamientos y 38 suicidios, según las estadísticas elaboradas por El Siglo de Durango.
Corre la sangre en todo el estado. Las estadísticas señalan que en Durango se presentaron 25 muertes violentas, en Lerdo 13, en Gómez Palacio 12, en Pueblo Nuevo siete, en Mezquital seis, entre otros.
Durante este primer semestre del 2008, independientemente de los decesos suscitados en accidentes y suicidios, los asesinatos se han venido incrementando siendo la mayoría ejecutados por la delincuencia organizada.
Este tipo de homicidios ha provocado una serie de reacciones tanto de la ciudadanía como de los diferentes actores políticos, quienes aseguran que Durango se encuentra actualmente en el ojo del huracán en cuanto a ejecuciones y actos violentos propiciados por el crimen organizado.
El arranque del año. En enero el mismo presidente de la República Mexicana, Felipe Calderón Hinojosa, declaró que costaría vidas el combate al crimen organizado pero es probable que ni él mismo se imaginaba estos episodios tan sanguinarios que se han visto en el país, sin dejar de mencionar Durango.
En febrero la delincuencia organizada dio muestra de su habilidad y su poder al llevar a cabo un enfrentamiento en pleno Centro de la ciudad capital donde más de 200 disparos de rifles de alto poder se escucharon en la calle Carlos León de la Peña. En ese tiempo Durango se ubicaba dentro de los primeros siete estados con más ejecuciones.
En marzo matan a un agente de la DEI en la capital y a tres en Guanaceví, en este último caso los delincuentes los emboscaron y usaron un lanzagranadas para, prácticamente, desaparecerlos, mientras que en La Laguna asesinaban a un par de agentes municipales.
Ni el Ejército ha podido controlar. En abril cayeron dos agentes de la AFI en una balacera en la colonia José Revueltas, donde se presumía que los mismos policías estaban inmiscuidos en el narcotráfico. Debido a la presencia tan fuerte del crimen organizado el Ejército empezó a ser movimientos por varios municipios pero sin lograr nada importante.
Mayo fue y ha sido uno de los meses más sanguinarios, el Ejército prácticamente sitio el territorio duranguense, pues se vislumbraba la llegada de delincuentes procedentes de Chihuahua, debido a que en aquella entidad se implementó un fuerte operativo federal.
Los delincuentes desaparecieron a dos comandantes de la DEI en Guadalupe Victoria, el procurador de la República, Eduardo Medina-Mora, aceptaba que las ejecuciones habían aumentado en un 47 por ciento y empezaron a aparecer cabezas humanas en lo que reflejaba ya la guerra directa entre los cárteles de Sinaloa y del Golfo.
Luchan por apoderarse de la plaza. Primero se encontraron seis cabezas con mensaje para la gente del “Chapo” y posteriormente la respuesta fue la decapitación de un taxista al que le colocaron una cabeza de marrano, mientras que en La Laguna se seguían encontrando cadáveres de policías y de presuntos narcotraficantes.
En junio la DEI después de varias bajas implementó una estrategia de seguridad de sus agentes y optaron por atrincherarse en seis puntos claves en la entidad con más elementos, sin embargo, no hubo tal coordinación en Poanas y en Canatlán, pues los criminales arremetieron en contra de los agentes destacamentados en estos municipios con granadas y “cuernos de chivo” dando muerte a cuatro policías.
Nadie puede parar esta situación. Finalmente el sexto mes del año fue determinante en la psicosis que envolvió a la ciudadanía, pues a través de correos electrónicos se anunciaba que Los Zetas iban a atacar a la población civil en discotecas y centros comerciales, y más se agudizó esta situación cuando en el fraccionamiento Jardines de Durango se suscitó una balacera entre policías y delincuentes que duró prácticamente tres horas, aunado a que en La Comarca Lagunera casi se presenta un ejecutado por día.