Advierten que cuidados paliativos no tienen nada qué ver con la eutanasia ni la muerte asistida.
Con la aprobación de las reformas a la Ley General de Salud en materia de cuidados paliativos, los pacientes desahuciados o en la etapa terminal de una enfermedad incurable podrán solicitar la suspensión de su tratamiento hasta que ocurra la muerte de manera natural.
La senadora María Teresa Ortuño (PAN) dijo que los cuidados paliativos no tienen nada qué ver con la eutanasia ni la muerte asistida.
Sara Briste Cohen, integrante de la Federación Latinoamericana del Dolor y Beatriz Montes, fundadora de Hospice Cristina y miembro de la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos, aclararon que dichos cuidados no adelantan la muerte, pues su propósito es controlar los síntomas que produce la enfermedad en un estado avanzado y lograr una mejor calidad de vida para el paciente antes de morir.
En la explicación de la minuta de las reformas aprobadas ayer en el Senado se establece que “el paciente tiene derecho a pedir la suspensión voluntaria del tratamiento que se le esté otorgando, y dar inicio al tratamiento o cuidados paliativos”.
Aclara que “la suspensión voluntaria del tratamiento curativo, implica cancelar todo tratamiento que pretenda prolongar inútilmente la vida del enfermo y que se conoce como ensañamiento terapéutico”.
De este modo, “el enfermo opta por recibir un tratamiento para disminuir el dolor, dejando que el padecimiento evolucione naturalmente”. Los enfermos podrán expresar su voluntad en un documento por escrito.
La doctora Sara Bistre explicó que las enfermedades en etapa terminal son aquellos padecimientos incurables cuyo pronóstico de vida no es mayor de seis meses.
Dijo que en ese tiempo los cuidados paliativos pueden aplicarse para controlar síntomas como cansancio extremo, dolor, insomnio, anorexia, náuseas y vómitos.
Indicó que estas reformas implican que en todos los hospitales se instalen clínicas del dolor donde se brinden esos cuidados durante el lapso en que ocurrirá la muerte.
La especialista Beatriz Montes, fundadora del único centro que existe en el país donde se otorgan cuidados paliativos de manera especializada, explicó que en los hospitales públicos se suele abandonar al paciente en esa etapa, mientras que en los privados se lleva a cabo el ensañamiento terapéutico.
“Tuvimos a un paciente con un cáncer avanzado que tuvo un infarto y en un hospital privado, a pesar de que conocían de su enfermedad, lo operaron a corazón abierto. El paciente murió pocas horas después y el médico cobró por esa cirugía”, relató.
Recalcó que esos cuidados deben ser proporcionados por un equipo interdisciplinario de especialistas entrenados en el que participen médicos, enfermeros psicólogos, tanatólogos y hasta ministros de las iglesias.