Otra protesta antigubernamental abrió ayer una semana crucial de cara al plebiscito del domingo, mientras una encuesta aseguró que el presidente Evo Morales y algunos de sus más duros opositores serán ratificados en sus cargos.
El domingo en la noche 25 líderes cívicos de Santa Cruz, el reducto opositor a Morales, iniciaron una huelga de hambre por la devolución de unos fondos de la renta petrolera que el Gobierno confiscó a las regiones para pagar una renta vitalicia a ancianos. La protesta está encabezada por el presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Branko Marinkovic, adversario de Morales, y podría sumarse en las siguientes horas el prefecto (gobernador), Rubén Costas.
La medida también podría ser secundada en otras regiones dominadas por la oposición regional. En tanto, los minusválidos mantenían ayer protestas en varias regiones en demanda de un subsidio anual que debería ser pagado por el estado.
Los maestros de escuelas públicas y mineros de una empresa estatal anunciaron que seguirán movilizados por una reforma en las jubilaciones.
Por su parte, Morales aumentó sus visitas a diversas localidades donde entrega fondos de la cooperación del gobierno venezolano para proyectos de infraestructura.
En todas las concentraciones públicas el mandatario sostiene que lo que está en juego son dos visiones contrapuestas sobre el país: las privatizaciones y la reforma estatista que impulsa su Gobierno.
Una encuesta publicada ayer por el mayor grupo de diarios dijo que Morales sería ratificado con un 54 por ciento de los votos, cinco puntos más que la encuesta que reportó el mismo grupo el 21 de julio. La encuesta fue realizada por la empresa Captura Consulting entre dos mil 100 personas de los nueve departamentos del país y tiene un margen de error del 2.1 por ciento.
Morales fue elegido por 53.7 por ciento de los votos en 2005.