El Gobierno de Bolivia dijo ayer que es “imposible ignorar” a la Organización de Estados Americanos (OEA), que pidió tanto al Ejecutivo de Evo Morales como a la Oposición regional señalar “fecha y lugar” para iniciar un proceso de diálogo.
Así lo afirmó el ministro de Defensa, Walker San Miguel, en una entrevista con la televisión estatal en la que además dijo que “no queda ninguna duda respecto a la importancia de los mecanismos que establece la propia OEA en relación a los países que la conforman”.
Por su parte, el secretario de Autonomías de Santa Cruz, Carlos Dabdoub, en declaraciones publicadas ayer por el periódico cruceño El Deber, también se mostró dispuesto a abrir un proceso de diálogo, pero señaló que “el 4 de mayo la consulta va”.
“No será la OEA la que parará el referendo”, dijo el político cruceño.
El Consejo Permanente de la OEA se reunió ayer y con la presencia del ministro de Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca, pidió a Gobierno y Oposición que inicien un proceso “urgente” de diálogo.
Además, el secretario para Asuntos Políticos de la OEA, el ex canciller argentino, Dante Caputo, se ofreció para volver al país y retomar las gestiones de mediación que ya exploró en dos visitas realizadas durante el mes de abril.
Bolivia vive una profunda crisis política que enfrenta a los seguidores del presidente Morales y su proyecto de refundación constitucional con líderes de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, que impulsan procesos autonomistas. El departamento de Santa Cruz, que lidera los procesos autonomistas del país, celebrará el próximo 4 de mayo un referendo para ratificar su estatuto de autonomía.
El Gobierno considera que se trata de una mera encuesta o sondeo de opinión que carece del aval del Congreso y de la Corte Nacional Electoral. La OEA, por medio de su secretario general, el chileno José Miguel Insulza, ha advertido en diversas ocasiones del riesgo de confrontación que supone la celebración de ese referendo.
San Miguel reiteró la predisposición del Ejecutivo al diálogo con una “agenda sin exclusiones”, y señaló que “lo más importante del pronunciamiento (de la OEA) es que le pone fecha y dice que antes del 4 de mayo deben sentarse las partes en conflicto”.
“El diálogo es impostergable. Se tiene que dar”, insistió San Miguel, aunque denunció que por parte de los prefectos “no ha habido predisposición a instalarlo”.
