La venganza le salió cara a un joven de 21 años de edad, que fue sentenciado a 31 años y nueve meses de prisión por homicidio calificado cometido con premeditación, ventaja y alevosía, en hechos registrados en septiembre de 2005, en la colonia Eduardo Guerra.
Jaime Esparza Garza, de 21 años de edad, fue notificado de la sentencia condenatoria dictada en el Juzgado Tercero del ramo penal, a cargo de María Luisa Valencia García y el joven permanecerá en el Centro de Readaptación Social (Cereso).
Como víctima de este delito aparece Jorge Luis Acosta Ortega, de 22 años de edad, alias “El Moro”, en hechos ocurridos la madrugada del domingo 25 de septiembre de 2005.
El finado tenía su domicilio en la calle O, número 99, de la colonia Eduardo Guerra, y según certificado del médico legista, presentaba ocho heridas producidas por arma blanca en el cuello, barbilla, pecho, espalda y en el costado izquierdo.
Según las pesquisas de la Policía Ministerial, Jorge Luis fue agredido por dos o tres sujetos con los que tenía rencillas. Después elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), lograron la detención de dos presuntos, uno de ellos menor de edad que fue procesado en la instancia correspondiente.
Jaime Esparza tiene su domicilio en la calle Q número 753, y es señalado como el portador de una navaja y mientras que el otro menor, también vecino del sector, negó su participación en el crimen.
En su momento el cuerpo del occiso fue identificado por María del Socorro Ramos Mendoza, abuela de la víctima, quien acompañó a su nieto cuando fue trasladado a la Cruz Roja, lugar donde falleció.
Los sujetos se negaron a declarar pero con los elementos de prueba y demás testimoniales recabados por el MP que llevó el caso, finalmente se resolvió la sentencia contra uno de ellos.
Dificultades en indagatorias
La vida reservada del hombre que fue asesinado en un departamento de los condominios Manhatan dificulta un poco la indagatoria del caso, que ahora se centra en la localización del auto Dodge Shadow color azul, modelo aproximado 1993, que probablemente fue sustraído por el victimario.
En la agencia del Ministerio Público de delitos contra la Vida y la Salud de las Personas ya se tomaron declaraciones de familiares cercanos de José Manuel Sujo Martínez, quien laboraba como gerente de piso en un centro comercial del bulevar Rodríguez Triana y Diagonal Las Fuentes.
Vecinos del lugar confirmaron que todavía la noche del lunes estaba estacionado el auto azul y que a la mañana siguiente desapareció del lugar, situación que no les llamó la atención hasta que se descubrió el cadáver de José Manuel que fue ahorcado con un trozo de tela.
Como se informó en su oportunidad, la víctima muy posiblemente fue asesinada el pasado lunes 21 de abril y su cuerpo se detectó por los fétidos olores que emanaban del departamento tres días después.
Agentes de la Policía Preventiva de Torreón fueron los primeros en llegar a la calle Hacienda de San Lorenzo y Calle de las Calabazas número 1973-B del citado sector habitacional, a las 21:15 horas del pasado jueves 24 de abril.
En el interior del domicilio fue encontrado José Manuel que estaba atado de brazos por la espalda con un trapo azul similar a una bufanda y aparentemente tenía un golpe contuso en la cabeza que pudo ser provocado con un jarrón roto cerca de la sala. Las indagatorias del caso van a requerir la declaración de amigos y compañeros de trabajo, así como de los lugares a los que era asiduo el finado, con el fin de esclarecer el crimen.