A pesar de los desplantes mediáticos de las fuerzas federales, de que todo Durango se encuentra blindado contra el narco, desde el pasado domingo, un grupo de sicarios realizó secuestros y ejecuciones desde Guadalupe Victoria a Villa Unión y culminaron este martes en la comunidad Amado Nervo, donde ejecutaron a 11 sujetos.
Los sicarios a bordo de numerosas camionetas vinieron bajando desde Guadalupe Victoria, donde secuestraron a un comandante de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) y un agente, que hasta el momento están desaparecidos.
Estaban en la zona roja
El pasado lunes 19, a mediodía, el grupo de sicarios arribó al municipio de Poanas, donde ejecutaron a Raúl Carrera Rivera, de 30 años, dejaron mal herido a su hermano Antonio, de 34 años, y arrollaron y mataron al obrero Benito Gallardo Flores, de 50 años.
El mismo lunes alrededor de las 23:00 horas, fueron vistas alrededor de 11 camionetas merodeando y realizando arrancones en la zona de tolerancia de Vicente Guerrero.
Cuando las autoridades policiales arribaron para realizar las indagaciones de rigor, los sicarios portaban uniformes y credenciales de la AFI y señalaron a los municipales que eran de la corporación federal y que los dejaran tranquilos.
Nadie los denuncia
A pesar de ello no hubo algún reporte a las autoridades de la AFI y Ejército Mexicano, para anunciar la presencia de este grupo de agentes “extraños”, jugando arrancones en un lugar como la zona de tolerancia.
Unas horas después, el martes, alrededor de las 5:00 horas, fue cuando las corporaciones estatales y federales se dieron cuenta de la presencia de los sicarios, al detectar las ejecuciones realizadas.
Tiñen de sangre la carretera.
Uno a uno arrojaron los cuerpos y los sicarios fueron “sembrando” cadáveres en diversos tramos de carretera federal, entre Nombre de Dios y Vicente Guerrero.
Nueve personas ejecutadas y dos más ultimados en la comunidad de Amado Nervo, ubicado en el kilómetro 512, de la carretera Durango-Zacatecas, salida entronque a Villa Unión, municipio de Poanas.
Dos de las camionetas que los agentes de Seguridad Pública vieron en la zona de tolerancia fueron abandonadas por los sicarios a la entrada de Vicente Guerrero, cerca al poblado El Ancón.
Rápidamente se estableció un cordón policial y fueron establecidos retenes militares. Dos helicópteros del Ejército Mexicano sobrevolaban el área y fue cerrada la carretera federal por un momento.
Cercan la zona de conflicto
Alrededor de 50 elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), de la DEI y Ejército custodiaban el área y no dejaban pasar a ningún vehículo sin identificar.
Los sicarios amenazaron a los empleados de una de las gasolineras ubicada en los alrededores para que les llenaran los tanques de combustible y emprendieron la retirada con dirección a Zacatecas.
De acuerdo con las fuentes policiales, alrededor de 19 camionetas fueron vistas internarse en territorio zacatecano (Sombrerete y Chalchihuites) y sus ocupantes portaban lanzagranadas y armas de grueso calibre, chalecos y uniformes con las siglas de la AFI.
Incapacidad
A pesar de todo esto, el blindaje y el estado de sitio de que hablan las autoridades castrenses en Durango no ha sido visto, pues los sicarios se pasean a lo largo y ancho del territorio duranguense, haciendo y deshaciendo a su antojo.
Cabe señalar que del poblado El Ancón a Francisco Murguía –siete kilómetros de distancia- se localizaron diez vehículos de reciente modelo y como 200 elementos del Ejército; además, llegaron a Sombrerete siete unidades de la AFI y cinco de la Policía Estatal alrededor de las 14:30 horas de ayer, pues se cree que los sicarios huyeron con rumbo a la Sierra de Zacatecas.