Vicente Guerrero, Dgo.- Carlos Pantoja, párroco de San Antonio de Padua, enfatizó que el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) está unido a un desorden moral y ante esta situación se debe retomar el sendero del bien a través de valores inculcados desde hace varias generaciones por el respeto a la vida.
Los primeros casos de VIH-Sida fueron detectados hace cuatro años en el Hospital Regional de Vicente Guerrero; se trata de una enfermedad mortal que no respeta condición social, edad, sexo ni religión y que ya tuvo sus primeras víctimas en este municipio, donde la mayoría de los habitantes ignoraba que aquí pudiera haber este mal.
Después de todo, la Iglesia hace un llamado para asumir una actitud comprensiva de parte de las personas que rodean a un individuo con este padecimiento y de las instituciones, considerando que algunas personas son contagiadas hasta por inyecciones, añade el cura Pantoja, pues no siempre son culpables sino víctimas.
Mauricio A. Herrera
El Siglo de Durango