La identidad de las dos cabezas calcinadas con restos de cinta adhesiva no ha podido ser revelada por las autoridades de la Procuraduría de Justicia de Nuevo León, se espera que se compliquen más las investigaciones, al no contar con su cuerpo.
Militares investigan
Soldados del Ejército mexicano, al enterarse del hallazgo de las “testas”, arribaron al lugar de los hechos, ubicado en la brecha “El Palomo”, localizada en el kilómetro 33 del Anillo Periférico hacia Saltillo, para tomar fotos.
Trascendió que las fuerzas castrenses en todo el territorio nacional tendrán qué inspeccionar todo lo relacionado con decapitaciones, luego de que el pasado lunes se encontraron ocho militares sin cabeza en Chilpancingo, Guerrero.
Los cráneos corresponden a dos personas, cuyo sexo, edad y características particulares o como fueron victimadas, no han sido dadas a conocer por personal de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) en esta entidad.
Por su parte Héctor Santos Sauceda, director de la AEI, confirmó que la estructura ósea de los restos está muy dañada a consecuencia del fuego, lo cual dificulta determinar el tiempo en que ocurrió el deceso de las víctimas.
“Servicios Periciales inició con la investigación para determinar la identidad de esta cabezas, pero quiero aclarar que se tendrán qué hacer otro tipo de pruebas como el ADN para establecer bien los resultados”, dijo Santos Sauceda.
Este hallazgo lo realizaron un grupo de niños que caminaban por el lugar hacia sus hogares y lo reportaron vía telefónica a las autoridades de Seguridad Pública municipal de Escobedo.
Sin pistas
Personal de AEI informó que todavía no habían sido reclamados los restos humanos por ninguna persona, por lo que se tiene la seguridad que las identidades se tarden aún más tiempo para que se puedan establecer.
