Mediante una campaña de concientización se pretende mejorar el servicio del transporte público.
Se busca que los choferes del transporte público brinden un mejor servicio, pero que los usuarios también acaten las reglas de seguridad.
Durango. Choferes amables y usuarios responsables del transporte público. Eso es lo que se pretende incentivar mediante una campaña que inició ayer y en el que participan tanto la Confederación de Trabajadores de México (CTM) como la Alianza de Camioneros.
Ambos sindicatos aseguraron que hacen las gestiones para el cambio de unidades que ya cumplieron con su vida útil, aunque la compra de cada camión rebasa el millón de pesos y su adquisición la harán sin la gestión del Gobierno Estatal, por lo que es indispensable que se les dé una tarifa mayor.
Propósito.- Mediante la repartición de dípticos tanto para los ciudadanos –en donde les explican las reglas de seguridad para los pasajeros- y también para los choferes con recomendaciones de cuándo no manejar, la Dirección General de Transportes (DGTE) pretende que haya una nueva cultura en este servicio que en los últimos días sólo ha estado inmerso en la polémica.
“Hay que quitarle ese señalamiento que tiene el chofer del servicio público, a veces los catalogan como malas personas. El trato transportista-ciudadano es de todos los días, entonces, debe haber una buena relación”, indicó José Rafael Palencia Breceda, titular de la DGTE.
Unión.- Tanto Javier Covarrubias Vázquez y Raúl Medina Samaniego, secretarios generales del sindicato de choferes de la CTM y la Alianza de Camioneros, respectivamente, dijeron estar de acuerdo en mejorar el servicio del transporte público en cuanto a la atención del usuario.
Por parte de la Alianza se informó que ya tienen en circulación 22 nuevas unidades y aún les faltan otras tantas para cumplir con lo que marca la Ley de Transportes en el sentido de que a los diez años los camiones deben ser cambiados. “Lo tuvimos que hacer (la renovación de unidades) de manera directa, sin el apoyo del Gobierno del Estado, esto significa un sacrificio tanto para los choferes como para los concesionarios”, dijo Medina Samaniego.
Covarrubias Vázquez explicó que de un padrón de 340 unidades, deben renovar un 40 por ciento. “Tenemos en un 60 por ciento unidades nuevas, por ejemplo, las rutas de autobuses anaranjados tienen modelos recientes. Esto se debe a que algunos de nuestros compañeros no viven sólo del transporte, lo tienen como un complemento, entonces le meten dinero de los otros negocios y tienen la oportunidad de comprar unidades nuevas”, expresó.
Citlalli Zoé Sánchez |
El Siglo de Durango