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Soberanía/Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“La fuerza de nuestra unidad es la riqueza de nuestra diversidad”.

Guillermo Bonfil Batalla

Sí, por supuesto, el tema es la soberanía. Pero ¿quién le dijo a usted, Andrés Manuel, que la soberanía se preserva prohibiendo la inversión productiva, la inversión privada?

Si así fueran las cosas, los países comunistas, que prohibían la inversión privada en todos los campos, habrían sido más soberanos y más fuertes y habrían prevalecido sobre las economías de libre mercado en la gran confrontación de ideologías del siglo XX. Pero lo contrario ocurrió. Los países que se desplomaron en los años ochenta y noventa fueron aquellos que más restringieron la inversión. En cambio los que prevalecieron y prosperaron, los que demostraron una mayor fuerza y soberanía, fueron los que permitieron y promovieron la inversión privada.

Si usted tuviera la razón, Andrés Manuel, Corea del Norte sería el país más próspero y soberano del mundo y no tendría que estar mendigando alimentos de su hermana república del sur, cuya prosperidad se ha construido a fuerza de inversión privada.

Sí, el tema es de soberanía. Pero la soberanía se logra con la construcción de un país más fuerte en el que todos los ciudadanos tengan un mejor nivel de vida. Y los monopolios —públicos o privados— no ayudan a ello. Al contrario, empobrecen a los gobernados.

No sólo usted, Andrés Manuel, quiere construir un país más soberano. Yo también lo quiero y muchos millones de mexicanos deseamos lo mismo. La discrepancia no radica en el objetivo sino en los métodos que usted y nosotros proponemos para lograrlo.

Somos muy numerosos los mexicanos que pensamos que, al permitir la inversión privada en la industria petrolera —manteniendo por supuesto la propiedad de los hidrocarburos en manos del pueblo mexicano, que no del Gobierno y del sindicato petrolero como ocurre ahora— fortalecemos al país y combatimos la enorme pobreza que nos agobia. Pero usted afirma, con el más abierto tono autoritario, que quien no está de acuerdo con lo que usted opina es un traidor a la patria.

¿Dónde aprendió usted esta doctrina, Andrés Manuel? ¿De George W. Bush, quien recurrió a ella al lanzar su guerra contra el terrorismo, una guerra en la que, como usted, no admitía argumentos ni razones contrarios a su dogma? Parece que usted, como Bush, piensa que quien piensa diferente es un enemigo que debe ser aniquilado.

No entiendo, Andrés Manuel, por qué se debilitaría la soberanía nacional si se permite la inversión privada en ductos que transporten petróleo, gas y derivados. ¿No sería la reducción de los costos de transporte de hidrocarburos algo que fortaleciera a Pemex y a nuestro país? ¿Qué dogma obliga a que Pemex tenga el monopolio de los tubos por los que manda sus productos?

Tampoco comprendo por qué, cuando estamos importando el 40 por ciento de la gasolina que consumimos en México, deba ser un delito –más que eso, una traición a la patria punible con muerte— contar con inversión privada en refinerías. ¿De verdad piensa usted que la inversión privada en refinación debilitaría a Pemex o a México? ¿Podría usted explicarme por qué Pemex puede tener un socio privado fuera del país, como ocurre en la refinería de Deer Park, en Houston, la única refinería rentable de Pemex, pero no uno dentro de México? ¿Esta usted de acuerdo con una restricción a la inversión que nos obliga a importar gasolina o hacer inversiones fuera del país? ¿Acaso los intereses que usted defiende son los de las empresas extranjeras que nos venden la gasolina?

Las empresas petroleras estadounidenses así como las canadienses –estas últimas con contratos de riesgo en Cuba— están ya realizando exploraciones en aguas profundas del golfo de México. Usted dice que eso no importa, que no tenemos por qué apresurarnos a trabajar en esa zona. La teoría del “popote”, nos dice con su conocimiento infinito, es una patraña. Pero ¿realmente piensa usted que a miles de metros de profundidad hay un muro fronterizo que divide los yacimientos de las aguas territoriales de un país y del otro? ¿De verdad considera usted que un pozo en un yacimiento compartido entre México y Estados Unidos no se llevará el petróleo del lado mexicano?

Sí, por supuesto, el tema es de soberanía. Sólo que yo y muchos más pensamos que la forma de lograrla es promoviendo la inversión productiva para generar una mayor prosperidad.

Y, a propósito, Andrés Manuel: nosotros no consideramos que usted sea un traidor a la patria por pensar diferente de nosotros. Por el contrario, estamos convencidos de que, así como la inversión productiva es importante para la soberanía del país, también lo es la tolerancia. Ésta permite que surja esa diversidad de ideas que usted rechaza y que es fundamental para construir la fortaleza de una nación.

OPEN XML

México tiene hasta el 29 de marzo para votar en la Organización Internacional para la Estandarización (ISO) acerca de si el Open XML debe ser aceptado como estándar internacional para el formato de documentos electrónicos. Es una votación importante. Si bien el tema es controvertido, estoy convencido de que México debe apoyar el Open XML. Su aprobación añadiría un estándar a los dos que ya existen: el OpenDocument y el PDF. Dejemos que sean los usuarios los que escojan qué formato utilizar. No cedamos esta opción a los burócratas. Ojalá que los funcionarios y expertos de la Secretaría de Economía —Eduardo Sojo, Carlos Arce y Francisco Ramos, entre otros— decidan votar a favor de la libertad.

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