Deportes Cristiano Ronaldo Selección Mexicana Mundial 2026 Liga MX selección nacional

Sobredimensión

Arturo Brizio Carter

Considero que en el futbol actual existen dos grupos a los que se ha sobredimensionado, atribuyéndoles una importancia mayor a la que realmente tienen, y estos son el arbitraje y los entrenadores.

Al árbitro se le exige perfección en un juego en donde el error es la única constante; quizá en eso radique la belleza del balompié pues en ningún otro deporte se potencializa tanto la suma acierto-yerro para producir emociones, incluida la mayor de todas, el gol.

Estamos de acuerdo en que el deporte profesional demanda jueces cada vez mejor preparados, y en ese sentido resulta obligatorio jerarquizar las fallas, puesto que no todas son imputables a la mala fe, ignorancia o parcialidad de los silbantes.

Los errores arbitrales pueden dividirse en tres grupos, a saber: A) Aquellos de apreciación, donde, generalmente, el juez queda mal angulado o lejos de la acción por la dinámica misma de la jugada y convierte su decisión en polémica. B) Los errores de Regla, donde queda de manifiesto la ignorancia del juez de las leyes del juego y que lo exhiben sin derecho a réplica; y C) Las fallas motivadas por la ausencia de valor por parte del árbitro, a mi entender, las más graves, pues denotan un temor inadmisible en aquel obligado a tomar decisiones drásticas.

El problema es que en todas las fases del juego se cuestiona la opinión, experiencia, sapiencia y hasta la valentía del juez en turno, y créame, amable lector, no hay quehacer humano que resista tan meticuloso análisis sin tropezar.

Los jugadores protestan, como si en ello les fuera la vida, hasta un insignificante saque de banda, aunque perfeccionen el truco para simular faltas; los técnicos se quejan que “les echaron a perder el trabajo de la semana” aunque planten a su equipo con esquemas timoratos y privilegien el antifutbol; los directivos imaginan consignas perjudiciales a sus intereses siempre y cuando pierda su equipo, ya que en caso contrario, el mismo silbante actúa dentro del reglamento; los comentaristas arbitran con el micrófono y los especialistas en arbitraje solemos ser implacables.

Todo este ambiente de linchamiento en nada ayuda al juego y sí predispone al público a creer que el enemigo público número uno es el árbitro, cuando la realidad es que al juez debe vérsele sólo como el conductor reglamentario de las acciones del encuentro.

Los entrenadores también han tomado una preponderancia impresionante e insoportable. Ahora resulta que los equipos carecen de identidad propia pues desde la Selección Nacional hasta el más humilde club, son “el cuadro de...” aludiendo al nombre del entrenador en turno, y la realidad es que el futbol lo hacen los jugadores dentro de la cancha.

Además, hay que tolerar “genialidades” como la absurda alineación ordenada por Raúl Arias al sentar a los Moreno ante Cruz Azul, el repliegue de La Volpe los últimos minutos ante Santos o la inoperancia de Sergio Bueno con León en la final de la Primera A.

Volteemos los ojos al futbolista y démosle su justa medida a técnicos y árbitros.

Por el bien del futbol.

Leer más de Deportes

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Deportes

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 353695

elsiglo.mx