¿Se unirá el
softbol lagunero?
El lunes anterior, de manera muy discreta, la Asociación de Softbol de La Laguna celebró sus elecciones, Baltasar González Camargo, presidente saliente, lanzó la convocatoria a la que respondieron dos candidatos, Ricardo Plata Porres y Alejandro Robles Garza, con triunfo para este último por escaso margen de un voto, cinco a cuatro.
¿Qué debe esperarse para que realmente el softbol de La Laguna se desarrolle? Simplemente que cada una de las ligas afiliadas, así como sus directivos, managers y peloteros se decidan a jalar hacia el mismo lado, ese esfuerzo parejo seguramente traerá grandes beneficios, como presencia de La Laguna en todos los campeonatos nacionales, así como el surgimiento de nuevos valores, tanto en varonil como en femenil. Han pasado varios presidentes, recordamos los tiempos de Francisco Meléndez, Ángel González, Vicente V. Mireles, Carlos Galván, Baltasar González y hoy surge el nombre de Alejandro Robles, hombre ligado al softbol desde hace muchos años.
Durante un largo periodo el problema principal de esta disciplina ha sido la falta de trabajo en equipo, las ligas afiliadas sólo buscan su beneficio y sus directivos poco o nulo caso hacen de las necesidades de la Asociación de Softbol de La Laguna. Cuando llega la hora de formar una selección las ligas buscan integrar sus equipos en la forma que más les convenga, pero a la hora de cooperar para el viaje de los representativos laguneros sencillamente nadie levanta la mano.
Es importante remontarse a los tiempos de Francisco “Supermán” Saucedo, Julio Favela y Aarón Navarrete, eran épocas en que La Laguna no sólo estaba en los primeros planos del softbol nacional, sino que contaba con jugadores de talla mundial, porque a competencias de esa magnitud llegaron los tres mencionados.
La llegada de un presidente a la Asociación de Softbol de La Laguna se convertía en una nueva oportunidad para hacer las cosas bien, para trabajar sin egoísmos y darle a la región el lugar que merece en el ámbito nacional. Hubo ejemplos en los que se realizaron torneos regionales de carácter selectivo, la organización de los mismos generaba recursos para el envío de las selecciones, y las ligas afiliadas cumplían a tiempo con sus obligaciones. ¡Qué tiempos aquellos!.
Pero esas épocas pronto pasaron a ser sólo gratos recuerdos porque las ligas afiliadas dejaron de cumplir. “Si la otra no cumple nosotros no tenemos por qué hacerlo”, era el pensamiento. Cuando llegaba la hora de los torneos regionales cada liga se preocupaba por formar su mejor selección y dejaba en segundo término la necesidad de integrar un equipo con los mejores peloteros del momento, sin importar a qué liga pertenezcan y cuál fuera la base del representativo de La Laguna.
En alguna ocasión se aprobó un acuerdo por medio del cual la asociación podría hacerse de recursos a través de la venta de la pelota, de pronto una liga dejó de cumplir y posteriormente en cadena el resto de los circuitos tomó la misma postura. Con grandes sacrificios y notables carencias, muchos equipos de La Laguna viajaron a campeonatos nacionales, en los cuales los equipos de Nuevo León, Baja California, Tamaulipas o Tabasco llegaban por la vía aérea, mientras que los laguneros apenas podían hacerlo en un autobús de segunda clase.
De ese tamaño es el compromiso de Alejandro Robles Garza, que llega a una asociación con diez ligas afiliadas y la encomienda de afiliar a otros circuitos que funcionan de manera independiente, como la Nocturna Ricardo Acosta Mauricio, la Liga de las Colonias del Norte, la de Francisco I. Madero y la Master Intercámaras.
Apoyar a las ligas magisteriales cuando alguno de sus elementos que ahí labora se niega a jugar con su selección para incorporarse a otra liga a cambio de una paga que no tiene razón alguna de existir, este es también otro problema que Alejandro Robles deberá erradicar. Hoy La Laguna también puede ser una potencia nacional, pero algunos de sus mejores jugadores representan a otras asociaciones en los campeonatos nacionales, el pelotero regresa de esa competencia y tranquilamente se incorpora a la liga que represente el mejor ingreso económico, sin que haya de por medio una sanción.
La votación finalizó cinco a cuatro a favor de Alejandro Robles, lo que habla de una decisión dividida, la cual ojalá no se presente a la hora de trabajar nada más que en beneficio del deporte de la pelota blanda en La Laguna. Hoy nuevamente es tiempo de ilusionarse, de esperar que las cosas cambien; el tiempo dirá si el cambio fue acertado o la situación se mantiene sin cambios. Ojalá que todos por fin se decidan a trabajar como un verdadero equipo.