México y Estados Unidos pidieron a Guatemala la extradición del narcotraficante mexicano Daniel Pérez Rojas, alias “El Cachetes”, uno de los capos del Cártel del Golfo, detenido la semana anterior en un suburbio de la capital guatemalteca por sus presuntos nexos con una matanza de 11 personas en un choque a balazos entre mafias del contrabando de drogas.
La captura de Rojas y los recientes decomisos de estupefacientes, llevaron al jefe de la Fiscalía contra el Narcotráfico de Guatemala, Giovanni Castro, a alertar ayer que el Cártel del Golfo busca apoderarse del negocio de la droga en suelo guatemalteco y lanzar una ofensiva para “ganar” a las redes locales, para controlar las rutas.
En rueda de prensa, Castro confirmó que la Procuraduría General de la República (PGR) de México anunció, por escrito, que pretende extraditar a Pérez, pieza clave de “Los Zetas”.
Junto a otros cuatro mexicanos, “El Cachetes” fue arrestado el 9 de abril en Mixco, ya que se le vincula con la “narcomatanza” ocurrida el 25 de marzo anterior al Oriente de la capital guatemalteca. Dos de los fallecidos son mexicanos, mientras que otros mexicanos fueron detenidos poco después del enfrentamiento.
Abogado rechaza haber amenazado a reportera
El abogado Omar Cerecedo negó que haya amenazado a la reportera Silvia Otero, por la publicación de la nota de la detención en Guatemala del ex militar Daniel Pérez Rojas, alias “El Cachetes”, quien fuera el jefe de escoltas del líder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas.
En entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva, Cerecedo rechazó también que sea abogado del narcotraficante y dijo que al único “Cachetes” que conoce es su hermano, al que así le dicen.
Ayer se dio a conocer que luego que se difundiera la detención en Guatemala, la reportera Silvia Otero fue amenazada.
De acuerdo con la información publicada, la noche del lunes pasado, la periodista recibió la llamada del abogado Omar Cerecedo, quien aseguró representar a “El Cachetes” y tras señalar que era falso que su cliente estuviera detenido, le pidió a la reportera “cuidarse y encomendarse a Dios”.
Ante las amenazas, la periodista y el abogado de esta casa editorial acudieron a la PGR para realizar la denuncia correspondiente.