El líder cubano, Fidel Castro, sostiene que no se puede “ni soñar” con que las soluciones a los problemas de la isla son fáciles en un nuevo artículo de “reflexiones” difundido ayer por medios oficiales.
“Ni soñar (...) que las soluciones de nuestros problemas son fáciles y están a la vuelta de la esquina” , dice Castro en el artículo, segundo que dedica a la visita que le hizo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, el pasado 15 de enero.
El líder cubano, convaleciente de una grave enfermedad que le obligó a delegar provisionalmente sus cargos en julio de 2006, afirma que le solicitó permiso a Lula para hablar sobre la conversación que mantuvieron “con libertad y a la vez con prudencia”.
Señala que durante la reunión de dos horas y media se produjo “una especie de competencia por el uso del tiempo”, aunque Castro, valiéndose “del derecho de antigüedad”, usó más tiempo que el presidente brasileño.
“Lula, astuto y rápido, tomó desquite al reunirse con la prensa, cuando de forma picaresca y siempre sonriente, como se puede apreciar por las fotos, les dijo a los periodistas que él sólo había hablado media hora y Fidel dos”, agrega.
El presidente brasileño dio una rueda de prensa al término de su visita de 24 horas a la isla en la que dijo que había visto al líder cubano “con una lucidez increíble” y una salud “impecable” y listo para asumir su papel político en la isla.
“Le dije a mi interlocutor cuánto me satisfacía su decisión de visitar Cuba, aun cuando no tuviera la seguridad de reunirse conmigo. Que tan pronto lo supe, decidí sacrificar lo que fuera en materia de ejercicios, rehabilitación y recuperación de facultades, para atenderlo y conversar ampliamente con él”, comenta Castro.
RECHAZA BIOCOMBUSTIBLES
Castro aprovechó la reciente visita de su colega brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, para hablar sobre los perjuicios causados por los biocombustibles, tema en el que tienen discrepancias.
“Ellos (las naciones ricas) están produciendo etanol a partir del maíz, lo cual provoca que retiren del mercado una gran cantidad del grano calórico, continué argumentándole”, manifestó Castro en su relato del encuentro publicado ayer por la prensa cubana.
Castro culpa a las potencias de dejar sin alimentos a las naciones subdesarrolladas para satisfacer un patrón de consumo “despilfarrador egoísta”. En cambio aboga por el desarrollo de energía alternativa.