El actor puertorriqueño Benicio del Toro fue galardonado con el premio al Mejor Actor por su papel en Che, del director Steven Soderbergh, en la ceremonia de la 61 edición del Festival de Cine de Cannes, Francia. (EFE)
El puertorriqueño Benicio del Toro y la brasileña Sandra Corveloni fueron galardonados ayer con los premios al Mejor Actor y la Mejor Actriz del 61 Festival Internacional de Cine de Cannes.
El primero por su trabajo en Che, inmenso fresco del director Steven Soderbergh que recibió con el jurado en pie y aplaudiéndole, después de haberlo elegido “por decisión unánime” entre los grandes protagonistas de los 22 filmes que este año competían por la Palma de Oro. Esta película es un sueño hecho realidad, que Benicio del Toro agradeció al hombre que inspiró la película y a su director, el estadounidense Steven Soderbergh.
El público del Gran Teatro Lumière le ovacionó y aplaudió igualmente con entusiasmo notable cuando el actor recibió su galardón de manos de la actriz y cómica francesa Valerie Lemercier.
La protagonista del filme Lihna de Passe, la actriz brasileña Sandra Corveloni no se encontraba ya en Cannes y lo fueron a recibir en su nombre los directores de la cinta, Walter Salles y Daniela Thomas, ésta última visiblemente muy sorprendida cuando se anunció el nombre de la mejor actriz del 61 Festival.
Los dos cineastas recibieron de manos del actor francés Jean Reno este “increíble premio”, que agradecieron en nombre de la actriz.
México con buen balance, pero sin premios
Por primera vez en varios años, el cine mexicano no obtuvo ningún gran premio en la 61 edición del festival de Cannes que hoy concluyó aquí, aunque el balance de la participación fue bastante bueno, según sus protagonistas.
Luego de los tres últimos años de éxitos en los que cineastas mexicanos como Alejandro González Iñárritu, Carlos Reygadas, Elisa Miller o el escritor Guillermo Arriaga, ganaron premios, este año México se fue sin nada.
Salvo un premio menor, el del mejor cortometraje del Short Film Corner (la esquina de los cortos) ganado por Historia de un Letrero de Alonso Álvarez Barreda, el cine mexicano no obtuvo ningún galardón de los dos grandes a los que optaba.
Ni la película Los Bastardos de Amat Escalante, en competición en la principal sección paralela del festival Una Cierta Mirada, ni el corto El Deseo de Marie Benito, que luchaba por la Palma de Oro, obtuvieron finalmente ningún premio.
Lo mismo para Partes Usadas la tercera película mexicana que competía en este caso en la sección Cannes Junior.
Sin embargo, tanto el Imcine (Instituto Mexicano de Cinematografía) presente en el mercado en Cannes, como los directores de la decena de producciones mexicanas seleccionadas para Cannes se mostraron bastante satisfechos de su participación.
“Es difícil y es un premio estar ya aquí, que sigamos teniendo muchas películas seleccionadas este año entre tantas candidatas de todo el mundo” destacó la directora general del Imcine, Marina Stavenhagen.
“El resurgimiento del cine mexicano es una cosa fundamental desde hace algunos años y la ausencia este año del cine mexicano en competición no tiene ningún significado”, declaró por su parte el director del festival, Thierry Fremaux.
De su lado, cada uno de los cineastas afirmó haber obtenido numerosas “ganancias” en términos de reconocimiento y para el futuro con su participación en el certamen más importante del mundo.
Amat Escalante destacó que en Cannes logró vender su película Los Bastardos, “a un país muy difícil e importante” que no quiso identificar.
Marie Benito se dio a conocer gracias a su selección para participar por el premio y fue muy aplaudida.
El equipo de Partes Usadas también se va de Cannes, según el director de la película Aarón Fernández muy satisfecho por la buena acogida de público que tuvo la película y por la promoción de la misma. Rodrigo Plá, quien clausuró la 47 Semana de la Crítica, promovió con gran eficacia su última película Desierto Adentro en el mercado del film.
El mal trago además de la falta de premios fue el incidente sufrido por el actor de la película Los Bastardos, Rubén Sosa, quien fue detenido por los aduaneros del aeropuerto de Niza, sur, lo que le dejó un mal sabor de boca del festival.
Decisión unánime
El actor estadounidense Sean Penn, presidente del jurado de la Palma de Oro del 61 Festival de Cannes (Francia), ensalzó la “generosidad” y la “universalidad” y la excelencia artística del filme Entre les Murs, del director francés Laurent Cantet, que ganó por unanimidad su principal galardón.
Penn reconoció que “estaban inquietos con el posicionamiento del film” en la agenda del festival, pues se estrenó el sábado, pero aseguró que su reacción “hubiese sido la misma” en cualquier caso, “dada la generosidad” de que hace gala en él su realizador.
Es “un verdadero regalo para los jóvenes”, pero “una de las razones por las que tomamos la decisión unánime es que comenzamos por el arte cinematográfico”.
El filme tenía “una especie de integración” y de “plenitud” increíbles y “toda la escritura era mágica, todas las provocaciones, todas las situaciones”, resaltó.
Todo “era mágico, a causa de los problemas que ese filme confronta, en un mundo que tiene hambre de educación, que necesita una vía. Ese filme nos conmovió mucho”, subrayó Sean Penn.
El Festival de Cannes concluyó con una inmensa y generalizada ovación para celebrar la Palma de Oro al director francés, siendo la primera para Francia desde 1987, cuando se la llevó entre los abucheos generales del Gran Teatro Lumière Maurice Pialat con Le Soleil de Satan.
Entre les Murs, es una película “que iba más allá de las barriadas, de la escuela, que planteaba verdaderas cuestiones sobre la democracia”, sobre toda la gente que convive en un mismo lugar, añadió Penn.
Por su parte, el director mexicano Alfonso Cuarón, otro de los miembros del jurado, subrayó que éste fue uno los raros filmes que se pueden compartir con un público joven, lo que es muy importante, pues en el mundo difícil en que vivimos, ellos son los que tienen que encontrar soluciones.
Además, muestra cómo Francia “se parece al resto del mundo”, en este filme que presenta un microcosmos que corresponde al conjunto del planeta, aunque “prácticamente no se salga del interior de los muros de una escuela”.
“Estoy seguro de que el público francés se sentirá más próximo del filme que nosotros (los latinoamericanos), por razones de lenguaje, por el argot, pero “está claro también” que lo presentado en el filme, “su lado humano, es universal”, añadió Cuarón.
