Artistas asumen el rol de papá para darle todo a sus hijos.
No sólo son madres y actrices; también han ejercido como padres. Son mujeres que encararon las normas morales tradicionalistas y decidieron criar a sus hijos en una familia donde el padre estaba ausente.
La actriz Érika Buenfil es un molde de estos casos. Se embarazó hace tres años y decidió no decir el nombre del padre. Se mantuvo firme en su decisión y su vida transcurrió sin sobresaltos, para beneplácito de ella y su hijo.
Hasta que un día, la conductora Inés Gómez Mont violó la privacidad de la actriz, al publicar que Ernesto Zedillo Jr. era el padre.
Buenfil se mantuvo ecuánime en su decisión de que para su hijo Nicolás, su familia no incluía un padre y señaló que ni siquiera pediría pensión alimenticia: “Mi hijo Nicolás no sabe quién es su padre, él cree que su abuelo lo es”.
La actriz Andrea Noli vivió una situación similar, por esas mismas fechas. Se embarazó y decidió mantener en secreto el nombre del progenitor.
“Si en algún momento quiere saber de mi hija, le interesa conocerlo, ya veré qué hago al respecto; por mi cuenta no hay el menor interés de saber de él”.
Sucedió que el propio padre cometió la indiscreción de alzar la mano y decir: “Yo fui”. El actor Jorge Salinas rompió un pacto de silencio con Noli y dio a conocer su paternidad sobre Valentina.
Ella reaccionó sin aspavientos: “No pienso tomar medidas legales. ¡Qué flojera! Él dice que se está haciendo responsable y la verdad es que no, pero eso que quede en su conciencia. Lo que él pudiera darle a Valentina sí le serviría, porque sería una cuenta para ella y sabría que es un dinero que le da su papá para comprarse dulces, cositas o lo que sea. Yo no estoy enojada ni en pleito con él. Me parece muy triste lo que ha hecho, pero yo quiero amor y paz”.
Otro secreto que la farándula terminó por desbaratar fue el de la actriz y cantante Stephanie Salas y su hija Michelle. Apenas hace un año que el cantante Luis Miguel reconoció su paternidad sobre Michelle, y desde entonces se echó a andar la maquinaria de la prensa del corazón, que hurga en el pasado de Salas. Ella se ha limitado a decir: “La sangre llama”.
Verónica Castro, actriz, cantante y conductora, es otra muestra de madre soltera con Cristian Castro, a quien defiende. Recientemente, cuando surgió el problema de su escandaloso divorcio de Valeria Liberman, ella lo defendió así: “Yo crié a Cristian y lo defenderé hasta la muerte”.
La actriz Edith González y su hija Constanza son otro ejemplo reciente. Hace unas semanas, la niña debutaba en un escenario durante la función del Día de las Madres de “Aventurera”. Días después se publicó en una revista el nombre del padre: el senador del Partiodo Acción nacional (PAN), Santiago Creel.
En resumen, la voluntad de estas mujeres que son al mismo tiempo actriz, madre y padre podría resumirse con una frase de Stephanie Salas: “Sí, de alguna manera existe esa ausencia paterna, pero por el otro lado, yo que soy su madre le he dado todo el amor que ha estado en mi poder darle; entonces, es una muchachita muy madura, muy inteligente, que yo pienso que va a llegar muy lejos, porque sí tiene una fortaleza como ser humano y una estrella y un angelito que la cuida y protege y que la va a ayudar a realizar su sueño”.
