Aunque ellos no piden más, MTV y los Grammy les han dado esta semana cinco y seis nominaciones, respectivamente.
Los primeros conciertos de Café Tacvba costaban 60 pesos. Aunque habría que considerar que fue hace 20 años, cuando todavía no le quitaban tres ceros al peso.
Los conciertos eran en El Hijo del Cuervo de Coyoacán, y, al recordarlos, Rubén Albarrán explica: “Nunca pensamos que el grupo que formamos únicamente para tocar en fiestas de amigos lograra lo que ha logrado Café Tacvba. Nos da lo suficiente para vivir, seguir desarrollando ideas artísticas... ¿qué más podríamos pedir?”.
Aunque ellos no piden más, MTV y los Grammy les han dado esta semana cinco y seis nominaciones, respectivamente.
Originarios de Ciudad Satélite, se conocieron estudiando diseño gráfico y trabajan en el arte de sus discos, lo cual es notorio en las primeras portadas, con estética entre mexicanista y urbana.
Su evolución no sólo ha sido en imagen, sino en creatividad. A todo eso, Albarrán dijo alguna vez: “José Saramago dice que entre más viejo, más libre; y entre mas libre, más radical. Entonces: ¡Hasta la victoria siempre!”.
Aunque pocas veces participan en movimientos de reivindicación social, la Revolución es tema constante en sus canciones. La Locomotora y El Ave son quizá las letras mejor logradas, porque hacen planteamientos en los que la mala distribución de la riqueza y el mal gobierno flotan a lo largo de la canción, sin ser mencionados directamente.
Por ejemplo, dicen en El Ave: “Ave satélite empieza dilucidar / algo de la historia de la humanidad / revoluciones, religiones con buenas intenciones / han terminado por tiranizar”.
Al preguntarle a Albarrán si se consideraba revolucionario, contestó: “No sé si mis actos me permitan considerarme así, pero quisiera. Por lo menos contribuir para desmantelar al sistema”.